Guacalera, buena tierra;
Tilcara, mucho mejor;
Maimará, no sé qué tiene:
no me tira el corazón.
Yo soy del barrio del río,
del barrio'los bochincheros.
Cuando no bochincho yo
bochinchan mis compañeros.
El pobre llora y se queja
porque no tiene ni un rial.
Yo hi visto llorar a ricos.
¿Dónde estás, felicidad?
Para placeres, tu amor;
para dichas, tu presencia;
para tormento, tus celos,
y para morir, tu ausencia.
Desde que te vi venir
te conocí en el apero:
gallo de tan pocas plumas
no canta en mi gallinero.
Siempre que tiendo mi cama,
maldigo la suerte mía.
Cama ¿para qué te tiendo
si no tengo compañía?
El corazón de una moza
me dicen que yo lo tengo.
Yo no sé pa'qué me sirve
el corazón sin el cuerpo.
Tiene que ser muy cantor
quien me quiera talentar.
Le vu'a dar un campo entero
pa' que pueda disparar.
En el barrio de Tilcara
¡qué lindo estarán cantando!
De toditos los alegres,
sólo yo estaré faltando.
¡Amalhaya quién pudiera
dormir con la cocinera!
No digo con la de aquí,
sinó con otra cualquiera!
Cuando me parió mi madre,
acababa de nacer;
y a los quince días justitos
ya tenía yo medio mes.
El que quiera chupar caña.
que se vaya a Tucumán.
Allá la caña es barata ...
teniendo con qué comprar.
Dios hizo al hombre y al vino
pa'que se puedan juntar.
Dios es todopoderoso,
¡que se haga su voluntad!
¿Qué cantar voy a cantar
para no ofender a Dios?
Si no hay cantar que no tenga
dos palabritas de amor.
Yo soy el menor de todos,
como el dos de la baraja.
Pero en lo que es a cantar,
no les conozco ventaja.
Aquí está este pobre coya,
me han hecho lo que han querido;
y si no me han hecho más
será porque no han podido.
Desde que ahora se usa
echar las suegras al mar,
la pícara de la mía
está aprendiendo a nadar.
Si el sábado tengo plata,
el domingo me la tomo;
el lunes duermo la siesta,
y el martes pongo el lomo.
Tengo un vestido guardado
que tiene cuatro colores:
la ilusión y la esperanza,
los celos y los amores.
Antes, cuando era chiquito,
todas me querián besar.
Ahora que soy grandecito,
no me quieren ni mirar.
En este mundo traidor
yo no debo un medio a nadie,
solamente a Dios la vida
y al pulpero algunos riales.