Las pipas caseras requieren cierto nivel de habilidad, por lo
que si te salen mal los petas deberías olvidarte de hacer
pipas. La solución sería comprar alguna de las que
se ven en los puestecillos, pero nunca estarán hechas a tu
gusto.
Hasta el más tuercebotas debe ser capaz de fabricar una
pipa con una botella de plástico de medio litro de Coca-Cola.
Haces un agujero en el que quede encajado un porro, más o
menos por el centro de la botella, y en la parte lateral del culo
le haces un agujero que haga de tiro (le das hasta que se llene
de humo y cuando quieras tragar sueltas el tiro).
Con las botellas grandes de dos litros puedes hacer cachimbas
realmente cutres. Para hacer una cachimba necesitas un canuto de
plástico o algo por el estilo (un boli bic es perfecto en
estas ocasiones). Haz un agujero por la mitad de la botella, tiene
que entrar en canuto sin dejar huecos por los que se cuele el aire.
Pon el canuto de forma que casi toque el fondo de la botella. Llénala
de cualquier bebida y pon un chusco en el canuto. Aspira fuerte
por la boca de la botella y veras como empiezan a salir burbujitas
mágicas de humo.
Para terminar con las bondades de reciclar recipientes de Coca-Cola,
aquí va la máxima de las cutreces: coge una lata
y abóllala un poco por la parte roja cerca de la base, haz
agujeros muy pequeños con la punta de cualquier cosa y el
preceptivo tiro. Mezcla tabaco y lo que tengas, y ponlo en la abolladura.
(Consejo: no te despistes, no dura nada. Desde luego mucho
menos que tu cara de gilipollas cuando no te llega).
Se pueden llegar a ver cosas bastante curiosas, por ejemplo,
una hecha con un canuto de cartón de papel de water y
tapones de leche de plástico, uno a cada lado. El mayor
problema de estas pipas es que se filtre aire por todos lados, pero
se puede arreglar de muchas maneras: con chicle, papel de aluminio...
La pipa se termina encajando un tapón de metal de una botella
de ron (metálico), como recipiente para poner el tabaco.
Está claro que hay que hacerle agujeros pequeños,
lo suficiente para que no se cuele el tabaco.
Otro modelo clásico lo hicimos con la caja de
plástico transparente de unas gafas de esquiar y una especie
de corcho negro repulsivo que traía dentro. Enrollamos
el plástico en forma de cono, y fabricamos dos tapones de
corcho separados por una capa de chicle, que hacía de aislante.
Pegar el plástico, que era bastante rígido, fue lo
más difícil, y más teniendo en cuenta que sólo
se teníamos tiritas. Hicimos una boquilla de cartón
que también pegamos con tiritas. Con un cigarrillo hicimos
tres agujeros para poner tres porros, y un tiro.
Pueden parecer bastante mierdosas, pero funcionaban bastante
bien. Hay que tener en cuenta que los materiales no eran los más
deseables.
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