¿Qué se puede comprar en Egipto?

En Egipto es posible comprar todo tipo de recuerdos, si bien la gente suele prestar especial atención a los siguientes:

Cartuchos de oro o plata: los cartuchos son adornos con forma elíptica en los cuales se forma, mediante el alfabeto jeroglífico, el nombre que el turista desee. Los hay de varios tamaños, en función del número de letras que se deseen incluir, siendo lo normal representar nombres de entre cuatro y seis letras. Los cartuchos que se venden a los turistas son un reflejo de los verdaderos cartuchos, que estaban grabados sobre las piedras de los monumentos indicando quién los había mandado construir. El precio de los cartuchos puede oscilar entre las 5.000 y las 10.000 pesetas, en función del tamaño (los hay mucho más caros, con piedras preciosas).

Papiros: los papiros genuinos se obtienen a partir de la planta del papiro, muy utilizada en el antiguo Egipto, a partir de la cual se obtiene una superficie parecida al papel sobre la cual se pueden realizar dibujos o grabados. El proceso para obtener papiro se puede resumir en los siguientes pasos:

- Se corta el tronco de la planta del papiro y se mantiene en remojo entre 7 y 14 días (cuantos más días esté en remojo, más marrón quedará el papiro final).

- Se corta el tronco en láminas finas y se pasa un rodillo sobre cada lámina, con el fin de eliminar parte del azúcar y del agua de la lámina y hacerla, así, menos quebradiza.

- Se van alternando láminas horizontales y verticales, a modo de malla, para constituir una superficie lisa. Se prensa la lámina durante siete días.

- Se saca de la prensa y ¡listo!.

Los papiros se venden de muchos tamaños y motivos, pudiendo el turista, incluso, grabar cualquier nombre con el alfabeto jeroglífico. Es importante saber que el papiro auténtico, pintado a mano, es caro.

Un recuerdo muy bonito para regalar a la familia o amigos son los marcapáginas de papiro, de venta en algunas papelerías y en los hoteles.

Objetos de alabastro: se vende un gran número de objetos distintos, desde huevos o ceniceros hasta lámparas o jarrones. En Egipto se pueden adquirir objetos de alabastro pulido a máquina, mucho más liso y bello, o a mano, más basto (y más caro).

Objetos de basalto: existen muchos objetos de basalto que el turista podrá comprar en Egipto. Son especialmente apreciados los bustos de Ramsés II, las representaciones de animales (gatos, buhos, etc.) y los monolitos. El basalto auténtico es caro y, además pesa muchísimo (hay a tenerlo en cuenta a la hora de facturar el equipaje al regresar del viaje).

Perfumes: los perfumes de Egipto son famosos entre los turistas pero a nosotros no nos gustaron, y eso que se esmeraron mucho para que compraramos (creo que se cabrearon y todo al final).

Especias: se pueden encontrar, a muy buen precio, en los mercados de Luxor y Assuán (sobre todo en este último). Se pueden comprar todo tipo de hierbas y especias exóticas, entre ellas el carcadé, una especie de té que puede tomarse caliente, como infusión, o frío y con mucho azúcar, como refresco.

Prendas de vestir: además de la ropa para el baile de disfraces, el turista puede aprovechar el viaje para comprar ropa de algodón. El algodón egipcio es considerado como el mejor del mundo. Muchos turistas compran camisetas de algodón en las que graban mediante hilos, en un cartucho, su nombre (en algunas de las fotos aparezco con esa camiseta y, la verdad, es muy fresca y agradable).

Otros objetos: además de los anteriores, se pueden comprar escarabajos, postales (muy convenientes si son imágenes de sitios que no se han podido fotografiar), cerámica, joyas (el oro y la plata elaborados son muy baratos), etc. También se puede aprovechar el viaje para deshacerse de las esposas, ya que, regateando un poco, se pueden conseguir varios miles de camellos, aunque es preferible que estén algo rellenitas.

No intentes nunca comprar ninguna supuesta antigüedad. Si te intentan vender alguna reliquia del antiguo Egipto, estate seguro de que es falsa. En el improbable caso de que no sea falsa, ten en cuenta que te puede meter en muchos problemas, pues el expolio de antigüedades está muy perseguido en Egipto.

¿Dónde se pueden realizar las compras? Buena pregunta. La respuesta es algo compleja: si eres un buen entendido en materiales, sabes distinguir el basalto de las imitaciones, sabes reconocer el oro a simple vista,..., podrás comprar en cualquier bazar o mercadillo y, regateando un poco, obtendrás un precio magnífico. Para el resto de los mortales la situación es bastante más complicada; como ejemplo, baste decir que todo lo que compramos en los bazares, salvo las especias, era falso, defectuoso o estaba hecho en China.

¿Hay que resignarse y no comprar nada? La respuesta es NO. Lo mejor que se puede hacer es pedirle al guía que organice una excursión por las tiendas que él sabe que son fiables (probablemente él ya habrá organizado alguna ruta por las tiendas, pues cobrará comisión por las compras que los turistas hagan); aunque el precio de las tiendas sea algo más elevado, tendrá la garantía de qué lo que está comprando tiene una calidad aceptable.

Si decide aventurarse por las tiendas y comprar donde le venga en gana, ten en cuenta que:

- El basalto es muy negro y pesado. Si intentas rallar la base del objeto que quiere comprar con una lámina de metal (un llavero o una llave), ésta no se rallará. Si se pone blanco, no es basalto. La picaresca ha llegado muy lejos: hay objetos de supuesto basalto que no se rallan y, sin embargo, están hechos de plástico. Para comprobar que el objeto que estamos comprando no es de este material, acerque un mechero y mantenga la llama un minuto sobre una parte de la figura, si se reblandece y huele mal, no es basalto, es plástico. Esta prueba te la hacen la mayoría de bazares para demostrarte que es auténtico. Aún así, te quedas con la duda.

- El alabastro pulido a máquina es muy traslúcido, permitiendo pasar la luz de un mechero o una bombilla a través de él.

- Los papiros que venden por la calle suelen estar hechos con caña de azúcar o con cebolla y los dibujos mal impresos a máquina. Se puede comprobar si el papiro es auténtico si, al trasluz, aparecen manchas negras (como la marca de agua de los billetes). Además, si frota la superficie con un dedo húmedo, el agua no debe traspasar el papiro. Por último, si el papiro es auténtico, al humedecer bastante su superficie las láminas que lo forman no se separarán, lo que sí ocurrirá si está hecho con cebolla y pegado con cola. Lo mejor es comprar los papiros en algún lugar donde certifiquen su autenticidad.

¿Cómo hay que comprar?: Para comprar en Egipto sólo hay que hacer bien una cosa: regatear. Los precios iniciales que nos dirán en todos los comercios están exageradamente inflados, con lo cual, si no regatea, puede llegar a pagar 1.000 pesetas por una botella de agua, cuando su precio normal oscila entre las 100 y las 200 pesetas. Tenga en cuenta que se espera que usted regatee; el precio se calcula de forma que, una vez que usted lo haya rebajado exageradamente (y crea que ha timado al vendedor), éste todavía le estará cobrando el cuádruple de lo que le cobraría a un ciudadano egipcio.

Como ejemplo de cómo comprar, vamos a contarte cómo compramos una figurita basalto de Anubis. Antes de nada, el cambio de moneda cuando nosotros fuimos a Egipto era de 1 libra egipcia =40 pesetas. Estábamos en el mercadillo de Aswan a altas horas de la noche y se me antojó una figurita de basalto del dios Anubis. Preguntamos el precio y nos pidieron 200 libras por él. Es lógico imaginar que Angels se opuso totalmente y me arrancó el monedero de las manos. Tras disculparme con el vendedor (y charlar animadamente con él sobre lo malas que son las mujeres), salí del comercio. El vendedor nos siguió y nos ofreció vender a 100 libras. Le dije que lo único que Angels aceptaría eran 20 libras. En estos momentos, ya estábamos saliendo de la tienda, y el vendedor insistía en negociar. Empezó a usar sus tácticas ¿de donde sois? ¡Aaah, yo tengo un abuelo que es de allí? (...), intentan entablar una amistosa conversación para acabar diciendo : 50 libras último precio.

Pero no. Yo seguía en 20 libras, puesto que mantenía que no era basalto (la verdad, no lo se). Encarecidamente (y bastante cabreado el Mohammed) me la quitaba de las manos, y por 20 libras me ofrecia otra estatuilla de la mitad de tamaño.

Como también me gusto esta última figurilla, tomé las dos en cada una de mis manos y grité un LAST PRICE (último precio) 30 libras por las dos. Mi amigo Mohammed (ya eramos amigos entonces) parecía que juraba en árabe, y entre regañadientes se le entendió un :

"...catalanes mafiosos..."

Todo hay que decirlo, la verdad es que los catalanes tenemos un poco la fama de peseteros hasta en el extranjero. Finalmente terminó con un 45 libras las dos, y aceptamos encantados. Incluso me regaló un escarabajo de la suerte. O sea, que todavía nos engañó.

* * *

Moraleja: hay que insistir, en el último momento cederán a nuestro precio (si es razonable). No hay que tener prisa, amenace con irse a otro comercio, márchese, regrese, charla con el vendedor (probablemente le ofrecerá una bebida, ¡no la desprecie!)....Atención: mientras regateas es posible que le cambien el precio de una moneda a otra (de dólares a libras o pesetas, etc.) continuamente; si no estás prevenido puede sucederte que, regateando, con el cambio de moneda pagues más que lo que se te pedía al principio. Lo mejor es establecer mentalmente una paridad simplificada entre pesetas, dólares y libras egipcias y estar preparado para calcular rápidamente el precio al cambiar de moneda. Si no tienes muchos escrúpulos y eres rápido con los números, puedes usar esta estrategia contra su vendedor, pero ten en cuenta que te estarás aprovechando de él y, si puedes permitirte un viaje a Egipto, no tiene ninguna necesidad básica que cubrir para justificar ese comportamiento.

La siguiente norma para comprar es la educación: bajo ningún concepto se debe despreciar la mercancía de algún vendedor. Si no se quieres comprar, lo mejor es decir `¡no!" y hacerse el sueco. Si compras algo, muestra una sonrisa y tu alegría por la compra.

Otra norma más: JAMÁS hay que decir ¡luego, a la vuelta! para quitarse de encima al vendedor, pues esté seguro de que a la vuelta le estará esperando (y esperará que le compres algo). Comprobado.

Si compras algo, no permitas que te den otro objeto con la excusa de que el que elegiste es de exposición. Tampoco consientas que te toquen el monedero para indicarle qué billetes son los que tiene que usar.

Una última norma: si ya has cerrado un trato, no lo deshagas; no intentes una rebaja de última hora o no comprar el objeto, porque se cabrean de verdad.

 

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