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SOBRE EL MAESTRO DEL SUSPENSE

Hitchcock, Alfred

(Londres, 1899-Hollywood, 1980). Director de cine británico nacionalizado estadounidense el más célebre de los creadores del suspense. Después de trabajar durante un breve período creando rótulos para películas de cine mudo, dirigió su opera prima, «El jardín de la alegría», en 1925. «Chantaje» (1929), su primera película sonora, marcó también el inicio de su éxito en el cine británico. Durante la década de los treinta fue autor de clásicos del suspense como «El hombre que sabía demasiado» (1934), «39 escalones» (1935), «Sabotaje» (1936) y «Alarma en el expreso» (1938), filmes que le situaron en cabeza de los jóvenes realizadores británicos y que se ganaron el favor del público por su gran maestría en urdir el tejido de las tramas policíacas, hábilmente mezcladas con rasgos de humor británico y con un fondo donde predominaba unas veces un clima tenebroso y otras melodramático.

En 1939 abandonó Inglaterra y se instaló en Hollywood. Su primer trabajo allí, «Rebeca» (1940), le valió el Oscar a la mejor película. Durante las siguientes tres décadas realizó un promedio de una película por año. Entre las más importantes de los años cuarenta figuran «La sombra de una duda» (1943), «Náufragos» (1944), «Recuerda» (1945) y «La soga» (1948). En 1948 empezó a producir sus propias películas y en los años cincuenta rodó una serie de filmes de gran presupuesto con algunas de las más rutilantes estrellas de Hollywood, entre los que cabe mencionar «Extraños en un tren» (1951), «Crimen perfecto» (1954), «La ventana indiscreta» (1954), «De entre los muertos» (1958) y «Con la muerte en los talones» (1959). En la década de los sesenta rodó thrillers con elementos nuevos y originales, como «Psicosis» (1960), «Los pájaros» (1963) y «Marnie la ladrona» (1964). Sus películas «Cortina rasgada» (1966) y «Topaz» (1969) son historias convencionales de espionaje, mientras que en «Frenesí» (1972) y «La trama» (1976), Hitchcock retomó sus temas originales.

La mayor virtud del cineasta británico fue su dominio de los medios técnicos para crear y mantener el suspense. Para ello se sirvió de movimientos y ángulos de cámara innovadores, elaboradas técnicas de edición y bandas sonoras efectistas. Produjo varias series populares de televisión y su nombre apareció en varias antologías de misterio. En 1980 fue nombrado caballero por la reina Isabel II de Inglaterra.

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