SEXO INTERPLANETARIO
SUPERHÉROES
CÓSMICOS Y MÁGICOS
Superman y Superwoman
¿faltó Kriptonita, o por qué otra razón no
hicieron un Superboy?
Xuxa, de Playboy al plato volador
"Onda espacial" con minifaldas y juegos de seducción.
Superman y Superwoman
¿Faltó Kriptonita,
o por qué otra razón no hicieron un Superboy?
El superhombre
y la supermujer. Pero el superniño, no apareció en escena.
¿Faltó algo entre el supermacho y la superhembra?
Quizá
algún energetizante afrodisíaco... La kriptonita, en una
de esas... O un poco de imaginación en el autor de la historia:
mostrar a los seres de otros mundos un poco más humanizados, paternales
y maternales, y no como de acero, insensibles...
Quizá
el niño habría agregado a la historia la ternura que esta
clase de superhéroes no deba tener, para que no parezcan débiles...
Cosas de la vida, de la forma de pensar de quienes ven la realidad tan
mentalmente.
Xuxa, de Playboy al plato volador
"Onda espacial" con minifaldas
y juegos de seducción.
Novia
del Rey Pelé, a la brasileña Xuxa le costó poco llegar
al grado de modelo top; bueno, tan poco como posar para Playboy completamente
desnuda y filmar algunas escenas como actriz de reparto interpretando el
papel de una de las chicas de un prostibulo, tocándole en suerte
llevarse a la cama a un niño.
Años
después, los niños serían su nuevo mercado, en su
papel de animadora de un programa de Televisión. Confeccionada su
escenografía con un plato volador, su vestuario con una onda a veces
espacial, y sus canciones con mensajes típicos de la Nueva Era,
esta "princesa cósmica" era presentada a los chicos como un personaje
sumamente sobrenatural; una suerte de nueva superheroína que venía
de otro mundo, con la misión de combatir la tristeza y traer alegría
a los niños, con su magia de "hada madrina", como un nuevo símbolo
de paz, ofreciendo cariño, ternura, y esa belleza angelical que
borraba aquel pasado en que explotaba el cuerpo más que otros atributos.
Pero las minifaldas o minishorts, sus provocativos movimientos estudiados,
y algunas insinuaciones no precisamente ingenuas e infantiles, daban la
pauta de que no sólo se buscaba un público infantil. Seguida
por multitudes de adolescentes, tanto varones como mujeres y, entre éstas,
no pocas lesbianas, era visible que las fantasías sexuales habían
ganado bastante público.
Más allá
de ser vista por unos cuántos como una enviada de otro mundo para
traer ayuda a la Tierra (cosas tales le eran dichas en su propio programa,
o bien se publicaban en revistas), esta "mensajera cósmica" sabía
muy bien en qué mundo tenía que moverse y con qué
mecanismos que causaran atracción. Y si de estrategias se trata,
buenas piernas a la vista y sensuales miradas y palabras, son más
efectivas que la pureza de un hada con falda hasta el piso.
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