Cuatro libros
Eugen Drewermann
Del nacimiento de los dioses al nacimiento de Cristo
Walter Brueggemann
La imaginación profética
para  una
catequesis
John Shelby Spong
Jesús, hijo de mujer
Raymond R. Brown
El nacimiento del Mesías
navideña
Walter Brueggemann

La imaginación profética (1986) 
The profetic imagination (1978) 

Traducido por Jesús García-Abril

Editorial Sal Terrae

Es un libro escrito en 1978 (¡hace veinte años!), cuando todavía no había desaparecido la indignación estudiantil de los años sesenta, por un americano del norte, profesor de Antifuo Testamento y Decano del Eden Theological Seminary, en Webster Groves, Missouri. 
No puedo precisar a qué confesión cristiana pertenece, pero podemos descartar con toda seguridad que sea la católica, pues habla del "creciente número de mis hermanas que, al fin, están viendo cómo se acepta su acceso al ministerio". Y añade que "si este libro es diferente, se debe al impacto que la naciente conciencia femenina está produciendo en lo mejor de nuestro pensar teológico".
La aportación de Brueggemann era ver cómo la figura de Moisés representa una oposición y una alternativa al régimen faraónico (régimen de opresión y de injusticia, régimen en el cual el establihment repite que "todo va bien", y en el cual para seguir yendo bien ha de seguir recreando las estructuras de opresión: desde él mismo no tiene capacidad de cambiar a situaciones de justicia, etc, etc...). La alternativa no puede venir del "sistema" (faraones, magos, adivinos, capataces...), ni de los que padecen resignadamente el sistema, sino de los que saben "gemir y gritar desde el fondo de su esclavitud" (Ex 2, 23), y están decididos a utilizar la fuerza  ("Yo sé que el rey de Egipto no os dejará marchar si no es por la fuerza". Ex 3, 19). Esta oposición al "sistema faraónico" y a una "religión del triunfalismo estático" y a una "política de opresión y de explotación" gracias a la alternativa posible de una"religión (?) de la libertad de Dios" y a una "política de justicia y compasión" queda reflejada en el cántico profético de Moisés (Ex 15, 1-18) y en su grito final: ".d[,w: µl;[ol] Jl¿m]yI hw:hyÒ." (Ex 15,18), que siempre deja escapar para quien es buen entendedor- un "...y no el Faraón
  
Ex 15, 18: 
¡El Señor es Rey por siempre jamás!!
    Si no podéis ver el texto en hebreo, haced un  y copiad el archivo HebII.zip en vuestro C:/windows/fonts 
    Y le canviáis la extensión ".zip" por ".ttf". A veces hay que engañar al ordenador
             Y aquí (y sigo copiando lo que escribía a uno de mis amigos) este profesor de Antiguo Testamento y Decano de Eden Theological Seminary, todo un americano, da nuestra razón a nuestro amigo y nunca suficientemente llorado Karl Marx
      No comprenderemos el significado de la imaginación profética a no ser que logremos captar la conexión entre la religión del triunfalismo estático y la política de opresión y explotación. Karl Marx supo discernir dicha conexión cuando observó que la crítica de la religión es la crítica fundamental y la que ha de llevar a la crítica de la ley, de la economía y de la política.Pág 17
Y en una nota a pie de página, añade: 
      La afirmación progamática de Marx, en su "Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel", es como sigue: "Así, pues, la crítica del cielo se transforma en crítica de la tierra, la crítica de la religión en crítica de la ley, y la crítica de la teología en crítica de la política" Pág 17, nota 10
La verdad es que entre David y Salomón se cargaron la alternativa mosaica (¡vayamos a ver si esta alternativo llegó a funcionar alguna vez!), pero continuó siendo el "sueño" de unos cuantos (este "sueño" todavía perdura hoy día). Me gustaría hacer ver que este sueño perdura a través del lenguaje simbólico (las canciones), que recuperan -seleccionando- los símbolos de la tradición que todavía tienen fuerza en el momento actual.
Lecturas que ya puedes ir leyendo: Releer o volver a cantar los cánticos del evangelio de la infancia de Lucas (el Benedictus Lc 1, 68-79, el Magnificat Lc 1, 46-55, el Gloria in excelsis Lc 2, 14, el Nunc dimittis Lc 2, 29-32) bajo esta perspectiva es una de las metas de esta "catequesis navideña". 
De este obispo cristiano de la Iglesia Episcopaliana, también de América del Norte, ya hablamos el año pasado. Si queréis, podéis volver a leer su biografía (con algunos nuevos detalles, pero todavía incompleta). 
Sigue la tradición de los grandes obispos "catequistas". Recordemos que su preocupación es superar una concepción fundamentalista y una interpretación literalista de la Biblia. Es un proceso que él mismo ha debido de hacer ("lentamente, muy lentamente, pero al mismo tiempo con paso seguro") a lo largo de una vida de lectura y estudio diario de la Biblia.
John Shelby Spong

Jesús, hijo de mujer (1993) 
Born of a woman (1992) 

Traducido por José M. Pomares

Ediciones Martínez Roca

Lo que él ha ido recibiendo, lo quiere entregar a sus feligreses: 
      Ver la verdad de los mitos, rechazando tomar al pie de la letra la explicación de los mismos... Valorar temas tanintemporales como los nacimientos virginales, las encarnaciones, las resurecciones físicas y las acensiones cósmicas, que aparecen una y otra vez en las historias religiosas de todos los pueblos del mundo... Separar la experiencia, que nosotros los cristianos habíamos condensado en la palabra Pascua de Resurrección, de la interpretación que esa experiencia había encontrado tanto en las Escrituras cristianas como en las tradiciones que se desarrollaron en el cristianismo y que habían copiado libremente, aunque no siempre de manera consciente, la mitología de los pueblos antiguos. La Resurrección. ¿Mito o realidad? (1994)
Y esto lo quiere hacer como "pastor", al principio como vicario o rector de parroquia, más tarde como obispo elegido por la dióceis de Newark (Nueva Jersey). 
      Asimismo me he sumergido en la lectura de las ciencias físicas y de las obras de aquellos teólogos, que tienen la audacia de incorporar a sus escritos teológicos toda la panoplia del pensamiento contemporáneo, como son Don Cuppit, Thomas Sheeban, Hans Kung, Rosemary Ruether, Arthur Peacock, David Jenkins, Diogenes Allen, Theilhard de Chardin, Elisabeth Schüssler-Fiorenza...
      No he cesado, además, de hacer de la Biblia mi libro de texto clásico, con los comentarios y estudios de Raymond Brown, Michael Goulder, Edward Schillebeeckx, Phillis Trible, Jane Schaberg, Elaine Pagels...
      No puedo escapar a la tensión interior que provocan en mí las dos funciones que ejerzo. Por vocación soy obispo; y por "hobby" intento ser estudioso y autor... Se dice que los autores eruditos han estudiado durante años la mayor parte de las cosas que llegaron a escribir, pero sus intuiciones nunca fueron más allá de los círculos académicos. Un obispo, hombre o mujer, por el hecho de pertenecer al pueblo es ya una persona pública, un símbolo de la vida de la Iglesia, de su orden y de su unidad.
      Así, pues, como obispo, he presentado los puntos de vista de los eruditos a la atención del público, he ofrecido al debate público las diversas teorías especulativas, he explorado abiertamente las normas del comportamiento ético y he invitado a la Iglesia y al mundo a un diálogo a la búsqueda de un nuevo consenso teológico o creyente. La Resurrección. ¿Mito o realidad? (1994)
El mismo Spong nos dice que al escribir en 1992 Born of the woman (Jesús, hijo de mujer) quería sugerir la posibilidad de que las narraciones del nacimiento de Jesús que encontramos en los evangelios de Lucas y Mateo hubieran sido creadas como respuesta a la acusación de que Jesús era un hijo ilegítimo. Quien sepa cómo leer estos textos evangélicos, podrá descubrir en ellos indicios de esta acusación ¿Por qué el cristianismo debe cambiar o morir? (1998). Pero también nos dice que, a lo largo de todo este libro, sñolo ha perseguido una cosa: un conocimiento más profundo de Dios en la medida en que ese conocimiento es revelado en Jesús de Nazaret. 
      Busco a ese Cristo revelador a través de las leyendas de su nacimiento... He seguido abiertamente algunas posibilidades asombrosas. He ido mucho más allá del nivel del literalismo bíblico... Algunos lectores quizás se sientan asombrados e, incluso, ofendidos.. Me apena el hecho de que pueda causar dolor a algunos creyentes sencillos. No lo hago a la ligera. Sin embargo, no puedo creer que la ignorancia bíblica sirva a la causa de Cristo. Hace tiempo decidí que no podía seguir sacrificando la erudición y la verdad para proteger a los débiles y religiosamente inseguros. Veo otros hombres y otras mujeres, que sólo encuentran en la Iglesia un dios demasiado pequeño para que sea para ellos el Dios de la vida... Jesús, hijo de mujer (1992)
Para este libro quiere destacar y agradecer su dependencia hacia dos personas: un hombre y una mujer 
      En primer y destacado lugar debo citar al doctor Raymond R. Brown, al que considero como el principal erudito mundial sobre el Nuevo Testamento. Cada año tengo la costumbre de tomar uno de los grandes libros teológicos o bíblicos y estudiarlo intensamente, considerándolo como mi maestro. En 1986 concedí este destacado papel a The Birth of the Messiah, de Ray Brown. Se convirtió así en mi libro de estudio fundamental. Cuatro o cinco páginas cada día, dedicándome a comprobar todas sus referencias, a tomar gran cantidad de notas y a interactuar con él en profundidad... Ahora me limito a reconocer simplemente que los mismos pensamientos que trato de popularizar en este libro encuentran sus principales raíces más en Raymond Brown que en cualquier otra persona. Eso noquiere decir, sin embargo, que esté totalmente de acuerdo con él...Jesús, hijo de mujer, pàg 14 (1992)
        
      Pero también dice: Jesús, hijo de mujer, pág 136 (1992)

      Aunque, desde mi punto de vista, el profesor Brown es la máxima autoridad mundial en cuestiones de Nuevo Testamento, no extrae la ineludible conclusión exigida por su erudición de que el nacimiento de mujer virge no es más que un invento teológico de Lucas. Como católico-romano que es, debe disciplinar constantemente su erudución, al servicio de la enseñanza y el dogma oficiales de su tradición. Eso hace que le resulte difícil seuir lo que le dicta su erudición cuando eso le conduce a conclusiones eclesiásticamente inaceptables, o a plantear cuestiones críticas que parezcan apuntar en una dirección contraria.

      La segunda persona es Jane Schaberg, profesora de religión en la Universidad de Detroit. Compré inmediatamente su libro The Illegitimacy of Jesus (La ilegitimidad de Jesús), en cuanto lo vi anunciado. Más tarde también me sería recomendado por Phyllis Trible, del Seminario Unionista de Nueva York. La obra de Jane Schaberg arrojó para mí una nueva luz sobre las narraciones de la natividad. Ilustra el enriquecimiento del que puede beneficiarse la Iglesia cuando se empieza a escuchar con cuidado lo que tiene que decir un grupo de personas como las mujeres, antiguamente rechazadas e ignoradas de una forma tan amplia por esa misma Iglesia.
      ¿Cómo escucha una mujer, una teóloga bíblica feminista, las tradiciones de la natividad escritas,narradas e interpretadas históricamente sólo por los hombres? ¿Cómo podemos soslayar los prejuicios patriarcales y masculinos para escuchar, leer e interpretar esta historia de una forma más objetiva? Ella me abrió los ojos a pistas existentes en las Sagradas Escrituras que yo nunca había visto. Jesús,hijo de mujer, pág 15 (1992)

En el interior del obispo Spong, este diálogo entre Brown y Schaberg produjo una fuerte tensión, y, al mismo tiempo, unos frutos, los que él ofrece con este libro a sus lectores. 
      Para mí, Schaberg es un maravillos desafío y correctivo para lo que dice Brown. Ella disfruta de una gran libertad de investigación independiente, mientras que Brown se halla, en mi opinión, mucho más constreñido de lo que él mismo reconoce por el dogmatismo de su tradición católico-romana... Ella ofrece una perspectiva feminista a esa invención masculina de la "Virgen María"... Jesús,hijo de mujer (1992)
Raymond E. Brown

El Nacimiento del Mesías (1982) 
The Birth of the Messiah (1979) 

Traducido por T. Larriba

Ediciones Cristiandad

La presentación ya está medio hecha. Nos faltaría añadir que es un sacerdote de la Sociedad de San Sulpicio (S.S.), católico, profesor -hoy día, emérito- de Nuevo Testamento en el Seminario Teológico Unionista, en la ciudad de Nueva York. Digamos también que ha sido miembro de la Pontificia Comisión Bíblica. Acabemos diciendo que su libro es "un clásico" católico sobre el tema, pero que, a pesar de los veinte años transcurridos, sus cuestiones y sus ideas no han llegado todavía al público católico de misa dominical. 
En su tiempo, este libro fue recibido con estos y parecidos adjetivos: extraordinario, definitivo, magistral, todo un clásico desde hoy...
El propio R. Brown nos dice que "el argumento central de este volumen es que los relatos de la infancia son un vehículo digno del mensaje evangélico; cada uno de ellos contiene, en miniatura, lo esencial del evangelio: a saber, que Dios se ha hecho presente a nosotros en la vida de su Mesías, que caminó por esta tierra".El nacimiento del Mesías (1979)

Ya hemos visto lo que el obis`po Spong dice sobre Raymond R. Brown. Pero qué piensa el sacerdote católico R. Brown del obispo episcopaliano John Shelby Spong? 

A principios de septiembre escribía así a mi amigo Mingo Melero: 

    Vayamos a otras cosas. Hoy he comprado un libro de Raymond E. Brown, Jesús en el Nou Testament, y después he ido recordando que ya lo tenía en casa (y no sé de dónde) en su versión original, An introduction to New Testament Christology. En el tren lo he empezado a leer. En el capítulo segundo, Diversos enfocaments de la cristologia del Nou Testament, (Various approches...), menciona los siguientes: 
        • A) Conservadurismo no académico (nonscholarly)
        • B) Liberalismo no académico
        • C) Liberalismo académico (scholarly)
        • D) Existencialismo bultmaniano
        • E) Conservadurismo académico
    Y he encontrado la siguiente mención a J.S.Spong. ¿La quieres en inglés o en catalán? Al hablar del "Liberalismo académico":
Este liberalismo se diferencia del no académico en diversos puntos importantes. Reconoce que el NT está impregnado de cristología desde el principio al final, y que sus autores afirmaron mucho más que el simple hecho de que Jesús era un maestro moralista o un reformador social. Sin embargo, como implica la etiqueta de "liberalismo", no acepta que las valoraciones cristológicas altas sobre Jesús, en el NT, estén en línea de continuidad real con la percepción que el propio Jesús tenía de sí mismo.
Brevemente, las valoraciones cristológicas altas son consideradas una equivocación.
This differs from nonscholarly liberalism in several important ways. Il recognizes that the NT is shot through whit christology from beginning to end and that its authors claimed far more than that Jesus was a moralizer or social reformer. Nevertheless, as the classification "liberalism" implies, it does not accept the high christological evaluations of Jesus in the NT as standing in real continuity with his self-evaluation. In short, high christological evaluations are regarded as mistaken.
    Y aquí añade una nota: 
En algún lugar entre el liberalismo no académico y el liberalismo académico se sitúa la opinión de aquellos que han leído, sin someterlos a una crítica suficiente, los libros liberales de los eruditos, pero que tienen una visión de Jesús determinada, de hecho, por su reacción al fundamentalismo sofocante en el que nacieron. Yo consideraría al obispo episcopaliano John Shelby Spong como un claro ejemplo de ello. En su libro Born of a Woman
(San Francisco: Harper, 1992), 36-40, presenta un Jesús que no era de origen divino, sino que era un ser humano con grandes cualidades, humiolde, generoso, altruista, y que no fue reconocido como mesías por sus amigos. Pero éstos tuvieron una experiencia pascual o una iluminación interna que les permitió ver una total dependencia de Dios por parte de Jesús, de tal manera que reconocieron que su vida reflejaba la vida de Dios. En The Birth of Messiah (704, I) expresaba esta opinión: "No creo que ningún autor del Nuevo Testamento reconocería el Jesús de Spong como la figura que ellos proclamaron o sobre la que escribieron".
Somewhere in between nonscholarly liberalism and scholarly liberalism is the view of those who have read scholarly liberal works (the weaknesses of which they do not subject to sufficient criticism) but whose view of Jesus is really determinde more by their reaction to the suffocating fundamentalism in which they were raised. I would consider the episcopal bishop J. S. Spong an example of this. In Born of a Woman (San Francisco: Harper, 1992), 36-40, he presents a Jesus who was not of divine origin, but a gifted, humble, generous, and self-giving human being whose friends certainly did not understand him as a messiah. Yet they underwent an Easter experience or internal realization that enabled them to see patterns of total dependance on God in Jesus so that his life reflected God's life. In The Birth of Messiah (704, I) expressed this judgment: "I do not think a single NT author would recognize Spong's Jesus as the figure being proclaimed or written about"
    La pregunta ahora es: ¿quién atacó antes? ¿Brown a Spong?  ¿O Spong a Brown? El Born of a woman es de 1993 y el de la cristología es del 94.
Una afirmación del propio Brown sobre su propio libro nos abre las puertas al cuarto autor: ·Estudiaré el significado fundamental de la escena bíblica: cómo está estructurada, cómo encaja con la teología y el mensaje del evangelista y cómo éste, al construirla, puede haberla extraído del material preevangélico o del bagaje del Antiguo Testamento
El título largo de este libro es: "Una interpretación de los relatos de la natividad de Jesús a la luz de la psicología de las profundidades". Me lo regaló hace años Xavier Melloni y percibí que podía abrir un camino para una comprensión cristiana de las narraciones evangélicas de la infancia: la llave era aceptar la verdad profunda de los mitos. "Siguiendo el hilo del mito del hombre divino a partir de la elección de una virgen de familia real, mito heredado del antiguo Egipto, mi investigación intentaba rememorar e integrar por medio de la meditación las imágenes inmemoriales del misterio de la Encarnación, unas imágenes que muchos pueblos ya habían presentido y en las cuales ya creían desde muchos milenios antes del cristianismo" Eugen Drewermann

(1992) De la naissance des dieux
à la naissance du Crist
(1986) Dein Name ist wie
der Geschmack des Leben

Del nacimiento de los dioses
al nacimiento de Cristo

Traducido (al francés)  por Joseph Feisthauer

Éditions du Seuil

Quién es 
Eugen Drewermann?
  • Nace en 1940 en  Bergkamen (Alemania). 
  • Estudia Filosofía y Teología en Münster y Paderborn (Renània-Westfàlia), y, más tarde, Psicoanálisis en Gotinga.
  • Confiesa que "mi mundo existencial, por hablar de alguna manera, había estado profundamente influido por la filosofía de Kierkegaard, Schopenhauer y Albert Schweitzer. Asimismo, había sido determinante la influencia de Jean-Paul Sartre, recibida en mis años de estudiante" Dios inmediato.
  • Desde   es catedrático de Teología Sistemática en la Facultad de Filosofía y Teología de Paderborn, ejerciendo al mismo tiempo de capellán en una parroquia
  • En 1989, cuando ya hace años que la iglesia católica ha abierto una cruzada contra él, aparece Kleriker. Psychogramm eines Ideals (publicado por Ed. Trotta en 1995 con el título de Clérigos).
  • Le prohiben formar catequistas. En septiembre de 1991 llega su expulsión de la cátedra.
  • Durante un tiepom, "la Iglesia católica me impone una contradicción insoportable: puedo predicar, pero no enseñar". Más tarde esta contradicción desaparece: le prohiben ejercer todo ministerio sacerdotal
  • A partir de este momento trabaja como psicoterapeuta ("un tercio de mi tiempo lo dedico a conversar con las personas que buscan mi ayuda como terapeuta"), y dedica buena parte de su tiempo al estudio y a escribir ("ahora es el punto central y el núcleo de mi actividad, pero no tendría ningún sentido el escribir si no continuara con mi trabajo de terapeuta") y a dar conferencias ("que sólo sirven como publicidad, de la que sacan provecho sobre todo mis editores"), habiendo sabido mantener una vida modesta.
  • El hecho de asistir a conferencias suyas (alguna vez en primera fila como en La Sorbona) y de participar con él en programas televisivos (Estrasburgo, 1993), le valió al obispo Jacques Gaillot un monitum Una bronca oficial por  parte del nuncio apostólico en Francia
  • Lleva publicados más de 50 títulos, y el número de ejemplares vendidos supera el millón
  • Es pacifista y ecologista convencido.
De este teólogo alemán, "castigado" por el Vaticano, ya salieron algunas cosas el año pasdo. Por Navidad aproveché alguna página de su libro Dios inmediato Ed. Trotta (1997), y un poco diseminadas a lo largo del año podíais encontrar ideas suyas de su famoso libro Clérigos Ed. Trotta (1995)
La cita, extraída de Retractationes de san Agustín (libr I, cap 12, pág 3), que encabeza su libro es muy significativa: 
    La misma realidad que hoy día llamamos religión cristiana existía ya entre los antiguos. Nunca ha dejado de existir, desde los mismos comienzos de la humanidad hasta que el Cristo viniera en la carne. Simplemente, hemos llamado cristiana a la verdadera religión, la cual siempre ha existido
De aquí nos interesa la superación que hace Drewermann del método "histórico-crítico", el cual se quedaba encerrado dentro de las fronteras del Antiguo Testamento (como ya confesaba Raymond Brown). La verdad es que a mí me pasaba lo mismo. Hace años, para explicar el relato de la Anunciación de Lucas, me pensaba que ya tenía bastante comparándolo con otras anunciaciones del Antiguo Testamento, por ejemplo, la de Gedeón. Era una manera de que "todo quedara en casa", dentro de nuestra "Palabra de Dios", dentro de nuestra "historia de salvación". Las narraciones evangélicas de la Navidad de Mateo y Lucas nos invitan a los cristianos, con sus imágenes y representaciones arquetípicas propias del mito, a tomar conciencia de que no somos ni los únicos ni los primeros en creer en el misterio de la Encarnación de Dios 

 Les narracions evangèliques de Lluc i de Mateu ens inviten als cristians, amb les seves imatges i representacions arquetípiques pròpies dels mites, a adonar-nos que ni som els únics ni hem estat els primers en creure en el misteri de l'Encarnació de Déu. 

    ¿Qué somos nosotros, 
    hombres y mujeres de una larga humanidad, 
    que desde  siempre hemos tenido necesidad 
    de una madre virgen, de un hijo de Dios, 
    de anuncios divinos, de estrellas estrañas, 
    y de un recién nacido entre animals?
 

 
 
 
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Empezaremos por la historia de Moisés y el Faraón...
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