El Tiempo Divisiones del Tiempo Mes Sideral Día Sideral

El tiempo es el poder original que rige el universo, todas las cosas se originan a través del tiempo. El mundo es tiempo, y en cada segundo está presente en la creación y la destrucción del universo entero. Las leyes del tiempo son leyes básicas que estructuran todas las cosas. Es aquí, donde todos dan reverencias al tiempo y esto no es superstición. Todos inquirimos al nacer y tememos al morir. Esto es una clase de reverencia o de adoración al tiempo ya que a cada paso valoramos y contamos nuestros momentos en esta vida. Todos queremos vivir para siempre. El tiempo es el campo en el cual vivimos. En el ritmo del tiempo está la base de todas nuestras actividades.
El tiempo es el gran Dios que rige el cosmos, el Señor trascendental. La fuerza del tiempo, el poder Supremo. El tiempo es la Divina respiración que crea, mantiene y destruye la vida cósmica y las formas.
En las culturas antiguas los Dioses son personificaciones del Tiempo. Los Dioses del tiempo son el Sol, la Luna y los planetas los cuales son los canales que dirigen la energía del tiempo a través del sistema solar. Los Dioses de los planetas y del tiempo son los mismos. Los planetas reflejan los poderes de la inteligencia cósmica que rige todas las cosas a través del movimiento del tiempo.
De acuerdo a la ciencia moderna, el tiempo no es un concepto abstracto, vacío y continuo; es un campo de fuerza, una dimensión que posee cierta textura. Esa textura está determinada por la gravedad de los objetos dentro de él. El cual, el aspecto principal para nosotros son, el Sol y sus planetas. Los planetas tienen gran magnetismo así como campos gravitacionales. Lo que nosotros llamamos planetas no son solo puntos de luz en el vasto campo de energía, conectados por complicadas líneas de fuerzas sutiles, ligando el sistema solar total en un simple organismo. Aunque los planetas puedan parecer igual a pequeños puntos de luz en la distancia, sus campos de energía se encuentran presentes sobre la tierra y ellos son responsables por las variadas formas de vida en la tierra y también por la variedad de nuestros propios cuerpos y mentes.
De acuerdo a los sabios, el tiempo es un movimiento que posee cierto ritmo. No es una aspiradora abstracta como lo indica Newton. Es el río de vida que fluye de acuerdo a la música de las esferas. El tiempo proyecta el plan de Dios o de la manifestación el cual se externaliza como espacio. El tiempo da nacimientos, mantiene y destruye todas las cosas, que son como olas en su fluir y ese fluir es eterno.
Los planetas en sus movimientos determinan la energía y la cualidad de las diferentes fases del tiempo en donde vivimos. Ellos mantienen en movimiento la operación de fuerzas que hacen una obra en nuestras vidas. La tierra al rotar sobre su propio eje forma las noches y los días. La Luna, por orbitar a la tierra, forma el mes. La Tierra, al desplazarse alrededor del Sol, forma o determina el año. El movimiento de Saturno forma el mes de los años o el mes de 30 años, Urano determina la vida básica de 84 años.
Cada planeta en su órbita absorbe y emite fuerzas y por lo tanto transmite una longitud de onda particular necesaria para mantener en orden el sistema solar. Los planetas perpetuamente están emitiendo energías en diferentes aspectos y ciclos de transmisión influyendo sobre la fuente de vida y la creación.
Grandes ciclos en el tiempo, Eras del Mundo de miles de años o más, están relacionadas con conjunciones especiales de los planetas. Ellos reflejan los movimientos de las estrellas, la órbita del Sol alrededor de otras estrellas, o su movimiento alrededor del centro galáctico. Existen ciclos dentro de los infinitos ciclos en el gran espiral de la creación. El total de este universo es como un día en la vida de la creación del Señor, quien debe dormir una noche en el regazo de lo no creado.
Cada momento del tiempo tiene una cierta cualidad hacia si. Existe un tipo de Karma, una clase de destino o sincronización de fuerzas en un específico período de tiempo. Cada cosa que sucede en un momento particular comparte la cualidad de el momento. He allí, que en el momento de nuestro nacimiento puede ser leído, la cualidad de nuestra vida, así como se puede leer la naturaleza del árbol y de los frutos tan solo viendo la semilla de donde proviene.
Similarmente, el momento que nosotros establecemos una labor o una actividad, como el momento del matrimonio o de dar inicio a aspectos muy importantes en nuestras vidas, se muestra el desarrollo de la energía dentro de la vida del tiempo de ese fenómeno. Todo el universo nos esta hablando a cada momento y nos muestra, vía la simultaneidad de los eventos de nuestra vida con la vida cósmica. La vida es siempre un libro abierto, que debemos aprender a leer para que ese libro tenga valor. El libro de la vida es el libro del tiempo, el cual es el libro de las estrellas.
Como amos del tiempo, los planetas son amos del karma o destino. Ellos muestran la energía cósmica o los rayos que estamos desarrollando y el nivel en la cual éste desarrollo se está llevando a cabo. Muestran con que fuerzas somos susceptibles y nos pueden causar daño. Estamos viviendo en un océano de fuerzas e influencias cósmicas, trasmitidas por los planetas hacia nosotros. Con la ausencia del auto conocimiento y el verdadero conocimiento cósmico, nos movemos ciegamente entre esas fuerzas, tal vez llegando a no reconocerlas en absoluto y es allí donde somos derribados por esas energías. Experimentamos tales encuentros negativos con las energías cósmicas como traumas de la vida; enfermedades, conflictos y muerte. En un nivel más colectivo, se manifiestan como guerras, plagas, cataclismos. La mayoría serían evitadas si nuestros ojos estarían abiertos. La astrología nos ayuda a abrir esta visión interna donde podemos navegar con seguridad en este océano cósmico de vida.
Con la astrología se puede ver más que los eventos de la vida. Los planetas también muestran las condiciones de vida del pasado y del futuro. Ellos muestran las tendencias de todo el tiempo. Todos los tiempos siguen un ritmo similar de nacimiento y muerte. No hay nada vivo que no haya pasado por los ciclos repetidos de nacimientos y muertes, incluyendo el universo mismo. Lo que nace debe morir, y lo que ha muerto debe volver a nacer. Al ver las cosas como están ahora, también podemos ver el ayer y el mañana, los seres de los mundos que han sido y que tienen que ser, que hemos sido y lo que tenemos que ser.
Los planetas, como energías del tiempo, fluyen dentro de la eternidad. Cada planeta, rige un rayo del tiempo, el cual es un rayo de eternidad, como cada momento en el tiempo es un chispazo en la eternidad. Los planetas no solo muestran nuestro condicionamiento al tiempo sino que también indican nuestra liberación de él y como movernos dentro de la eternidad. Cuando nos volvemos conscientes de las fuerzas cósmicas actuando a través de los planetas, pasamos más allá de sus reglas o regencias. Integramos sus poderes dentro de nosotros mismos. Nos retraemos en la creación y lo ponemos dentro de nuestro corazón. Reintegramos al hombre cósmico el cual es nuestro ser y alma interna. Logramos dominio sobre la creación total. El universo se convierte como en una grabación de pensamientos en el cual podemos actuar y no en esa red de deseos en la cual nos encontramos atrapados. Los rayos planetarios que nos rigen en nuestra ignorancia son aspectos de nuestra propia eternidad e inmortalidad como alma.
De esta manera la astrología es un símbolo de desarrollo espiritual, la evolución de la conciencia. Podemos meditar sobre sus formas y poderes y encontrar dentro de ellos los arquetipos de nuestro propio crecimiento interno. Podemos usar el lenguaje de la astrología como una herramienta simbólica, aun sin ninguna consideración por sus cálculos o formas particulares. Al final debemos entender todas las fuerzas simbolizada por los planetas y volvernos todos seres eternos. No debemos solo apegarnos a un patrón de nuestro particular destino sino que usarlo como una puerta hacia la vida espiritual y realizar que somos eternos sirvientes del Señor Supremo Krsna y actuando en nuestra verdadera posición constitucional. De esta manera reconoceremos la presencia Divina en todo el factor tiempo y en todos los lugares.
La astrología usada apropiadamente, nos muestra el mundo dentro de nosotros y nuestro ser dentro del mundo entero así que debemos entender la unidad y la individualidad de toda la creación a la vez. Nos da la herramienta para mover nuestra conciencia de sus límites temporales y físicos en el cerebro humano a través de los rayos de la creación para seguir el compás del universo entero. Se convierte en una herramienta de meditación en donde se presentan las cualidades de los planetas que debemos realizar dentro de nosotros mismos. Son porciones del Señor Supremo y que debemos entonarnos para poder retornar de vuelta a Dios, a nuestro estado original.
Todos los mundos, todos los planetas, estrellas, galaxias o cualquier tipo que se manifieste más allá de esta creación o manifestación de los siete rayos de la creación. Estos mismos rayos son las luces de nuestra propia alma. Toda la naturaleza no es más que estas combinaciones de luces causales en diferentes niveles.

Nuestro sistema solar esta diseñado para manifestar estas energías creativas en su poder dual como el Sol y la Luna y en sus cinco diversificaciones como los planetas mayores, de Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno. Entendiendo el significado interno de estas fuerzas, podemos entender y trascender todo el tiempo.
Cada planeta es una enseñanza y representa un aspecto integral del Señor Supremo en su auto manifestación. Cada planeta nos muestra una línea de acercamiento al Señor Supremo. Por integrar dentro de nosotros mismos estas energías representadas por los planetas, logramos nuestra posición constitucional con el Ser Supremo. Cada planeta representa por lo tanto un puerta de salida o liberación. Si no entendemos o integramos la energía del planeta dentro de nosotros, entonces estaremos atados y nos dirigiremos hacia las penas y conflictos. Si tomamos mucho o muy poco de la energía de cualquier planeta, causaremos un desorden o desequilibrio dentro y alrededor de nosotros ya sea física o psicológicamente. Si tomamos la energía del planeta divisible o superficialmente, nos guiará hacia la desintegración. Si tomamos esa energía como una parte de nuestro Ser Interno, nos guiará hacia un Ser Superior y se logrará el desenredo material.
Los planetas son fuerzas extrañas. Nosotros mismos somos parte de estos misterios y extraño universo y tenemos su tremendo poder dentro de nosotros mismos. Es allí, donde se permite a nuestra alma salir al frente para relacionarnos con esas energías en la vida. Nuestro ego se puede controlar. A través de inquirir internamente y rendirse internamente, a este poder para tener dominio de los planetas y las estrellas que vengan. A través de ello, la nébula de nuestras propias mentes colapsa y se concentra finalmente haciéndose como un Sol de directa percepción.
Cada planeta representa una clase particular de Yoga, una forma de desarrollar la conciencia. Siguiendo los rayos planetarios hasta llegar a su origen, a través de su más elevado y potencialmente más sutil lograremos llegar a la luz de la verdad. Los planetas son diferentes regalos de luz para guiarnos de vuelta a casa, de vuelta a Dios. Sus ángulos de alcances varían, pero su meta es única. En esta ruta de retorno, sus energías gradualmente se juntan.
Las diferentes almas están bajo diferentes rayos perteneciendo a diferentes planetas. Diferentes almas pertenecen a diferentes familias planetarias. Están trabajando para el desarrollo de los rayos creativos perteneciendo al planeta, moviéndose hacia su desarrollo evolutivo, algunos en niveles inferiores y otros en superiores. La evolución del alma y del universo es lo mismo. Cada alma es una fuerza que se guía en la evolución del cosmos y en su liberación liberamos incluye una cierta faceta del mundo y esto es necesario para la evolución de todas las almas.
Los diferentes países, razas y religiones caen bajo los diferentes rayos planetarios. Todos nosotros somos partes del plan de Dios, el cual es el plan de los planetas. Sin embargo, no solo somos marionetas de este plan, aunque en nuestra ignorancia de nuestro gran potencial interno, aceptamos esta servidumbre cósmica. Internamente somos los amos de este plan, la inteligencia canalizada. Toda la inteligencia inherente en las estrellas, producidas por la evolución cósmica esta presente dentro de nosotros, no como algunos archivos ocultos en nuestra superconciencia pero si como nuestra propia intuición natural y visión interna espontánea.
Algunos sabios decían que pertenecían a la familia del planeta de Júpiter, otros a los de Venus. En el antiguo Egipto y la antigua América seguían un calendario centrado en el planeta Venus. La antigua India y China seguían uno basado en el planeta Júpiter. Esto se debe a que sus culturas estuvieron basadas sobre estos planetas y utilizaban sus rayos creativos como una guía de inspiración.
Tales afirmaciones no significa que esas personas o sabios provenían de esos planetas por intermedio de naves espaciales. Significa que estuvieron entonados internamente con los rayos cósmicos que pertenecían a esos planetas. Esto no es tanto como un acto intencional como un fluido natural de energía. Sin embargo, los viajes a otros mundos y las comunicaciones con los seres que residen en esos planetas pueden haberse manifestado. No queremos decir mediante una tecnología especial, sino mediante la fuerza de la meditación. Mientras que estamos fascinados en viajar a otros mundos o ver seres en otros planetas, debemos despertar algún día y ver que eso es tan solo algo infantil. Todo lo que estamos buscando externamente también lo encontramos ya presente dentro de nosotros.
También descubrimos que algunos sabios de las culturas antiguas fueron identificados con diferentes constelaciones, como estrellas, Pleyades . Nuevamente esto se debe a que la luz cósmica fué traída hacia la tierra a través del poder de sus conciencias. Como las estrellas son nuestros padres, también lo son nuestros padres las estrellas. Los seres de otros mundos, del sistema solar y de otros soles, plantando sus simientes en este mundo. Así que nosotros también estamos engendrando a otros mundo por la fuerza de nuestros pensamientos y acciones. Esto no requiere viajar a otros mundos, estamos enviando nuestros pensamientos dentro de la mente cósmica en donde debe tener efectos más allá de este mundo particular. Cuando despertamos a la verdad encontramos un sol creativo dentro de nosotros. En nuestro sol interno o Sol Divino también damos nacimientos a mundos enteros, no a través de la ceguera de nuestro karma sino a la natural efusión de nuestras almas, en nuestra posición constitucional con Dios.
Algunas almas encarnan en cuerpos, otras como estrellas o planetas para guiar el proceso evolutivo. Algunas almas se convierten en mundos, otros se vuelven seres dentro de estos mundos. Necesariamente no es un signo de evolución elevada para una alma volverse un planeta o estrella.
En los mundos materiales, como la tierra donde el desafío es más grande y donde se manifiesta el desarrollo interno más grande. Donde las limitaciones y la ignorancia son las mayores, la verdad se puede manifestar por contrastar las fuerzas más poderosas. Por lo tanto para encontrar la verdad en los seres humanos es la más grande incógnita y el logro más exaltado que incluso los semidioses no pueden igualar, y he allí en el cual los semidioses, fuera de su orgullo, están tratando de prevenir.
Al momento de la muerte, como almas retornamos junto con nuestros rayos planetarios y los elementos que representan. Podemos emerger en uno de estos, usualmente a través de la Luna o del Sol. Podemos retener la conciencia a lo largo de este viaje dependiendo de nuestro estado de evolución. Esto depende, por que parte de los orificios del cuerpo lo abandonemos. Los centros inferiores nos llevan hacia los mundos inferiores, la parte superior hacia los superiores, dependiendo de cuales hemos usado en la vida. A través de los planetas podemos encontrar una salida a los planetas de otros sistemas planetarios u otros soles, incluso a los grandes soles galácticos. Las posibilidades son interminables, aun el período transitorio de vida a vida tiene sus límites.
La Luna típicamente es la puerta de salida hacia los mundos astrales, los mundos del plano sutil o de los sueños. Esto incluye los cielos y los infiernos de nuestras creencias religiosas, las cuales están en un astral inferior, así como los encantos del arte o el elevado misticismo religioso. En esos mundos reencarnar dentro de lo físico que es considerado inevitable.
El Sol (vía la parte superior de la cabeza, o el Chakra de la corona) es la puerta para los mundos causales, los mundos de inteligencia pura. Estos no son mundos ordinarios debido a que carecen de formas. Lo causal es el dominio de las leyes cósmicas. Aquí esta nuestro verdadero hogar como almas individualizadas, donde se almacenan los residuos karmicos y desde el cual podemos visualizar los materiales de otro nacimiento.
Absorverse en lo rayos planetarios es absorverse a una luz. Podemos experimentarlo como una luz central particular o como la experiencia de un mundo particular. Para las almas poco desarrolladas se puede experimentar muy poco después de la muerte pero si un profundo sueño. Algunas almas, sin embargo, pueden retornar inmediatamente hacia lo físico como parte del trabajo espiritual sobre la tierra y pueden tener pocas experiencias post mortem en los planos sutiles.
Los planetas se encuentran vivos para nosotros en los niveles astrales o sutiles, aunque están muertos para nosotros en el nivel material. Es debido a sus dominios que nosotros permanecemos dormidos también. Las almas de los hombres han estado viajando a diferentes mundos como este y relacionados al sistema solar en un nivel astral desde el comienzo del tiempo y mayormente inconsciente, día a día y vida tras vida.
Nuestra cultura esta orgullosa de su tecnología el cual nos ha permitido el descenso del hombre sobre la Luna, aunque todavía esto está en duda. Aunque fallamos en ver que vamos a la Luna todo el tiempo aunque sea en un plano astral y no en un plano físico. Para todos nosotros es raro ir más allá de ello. En un nivel más inferior la Luna es nuestra memoria , nuestro pasado, nuestro almacén kármico. Las impresiones pasadas de la vida en la tierra son acumuladas en la Luna. Nuestras experiencias en la vida están alimentando la Luna permitiéndole desarrollar. El dominio lunar es la esfera condicionada en la cual nuestras mentes son atrapadas. Es donde los mundos residen, las cuales son creadas por nuestras influencias kármicas, como lo que llamamos nuestro cielo e infierno. Lo que sorprende es que no estamos yendo hacia la Luna externamente mediante naves espaciales, lo sorprendente es que muy pocos de nosotros incluso han llegado más allá de los dominios de la Luna internamente.
En la noche cuando dormimos, nuestra mente se expande para incluir el universo entero. Nos movemos dentro de nuestro cuerpo astral o soñoliento la cual acompaña el campo completo de la experiencia diaria cuando nos encontramos despiertos y finalmente lo almacenamos dentro del cuerpo causal o nuestro cuerpo que generamos en los sueños profundos la cual acompaña ambas experiencias de despierto y de dormido. Somos cada uno de nosotros físicamente un punto de proyección del círculo cósmico de luz que es el alma cósmica, únicamente somos luces de uno de sus rayos. Este mismo proceso de expansión de lucidez ocurre de una manera más permanente cuando morimos. Si no fuera por el apego a las formas a través de la memoria, experimentaríamos en los sueños o en la muerte un retorno natural hacia la conciencia cósmica y la liberación. El verdadero descanso del sueño es únicamente posible en el nivel de sueño profundo cuando nuestras mentes son temporalmente absorbidas dentro de la fuente de Luz. El Sol interno. La mayoría de nosotros pierde la conciencia junto con los estadios primarios de este viaje y no se puede beneficiar más de ello sino el necesario descanso que nos permite retornar a nuestro nivel externo de actividad.
He allí, que nuestros cuerpos causal y astral ( lo que también lo podemos llamar la mente y el alma ) no son solo formas limitadas paralelas al cuerpo físico. El cuerpo astral, cuando esta completamente desarrollado, contiene el universo físico completo y puede ir a cualquier lugar dentro del él o estar presente en cualquier lugar aunque no pueda interferir con sus actividades naturales. Similarmente el cuerpo causal contiene ambos universos, astral y físico. En la noche o en la muerte, cuando nos movemos dentro de lo astral nos expandimos hacia el completo dominio físico y luego nos expandimos de lo astral a lo causal. Seguimos nuestros movimientos diarios en nuestro estado de conciencia, nuestra conciencia es fijada sobre el punto de nuestro cuerpo físico, y en la noche se expande hacia lo infinito para encontrar su libertad natural y descansar. Es este proceso también nos unimos a todas las estrellas dentro de nosotros, cogiendo dentro la luz y la conciencia de todo el universo.
Nos absorbemos y emitimos la luz de las estrellas diariamente. No son nada misteriosos o raros a nuestro ser, son su luz creativa que se mueven de aquí para allá naturalmente e inconscientemente en una danza de lo finito e infinito.
En nuestra ignorancia, sin embargo, conscientemente no vamos a ningún lugar, estamos atrapados en nuestros cuerpos y sentidos. Nos convertimos en alimento para la Luna. nos atrapamos en nuestra propia luz reflejada en el mundo externo y perdemos nuestra capacidad solar verdadera de independencia y conciencia. Estamos atrapados en el tiempo y la materia y nuestra energía es disipada. En vez de transformar al mundo, nuestra energía fragmentada alimenta las energías negativas del mundo y sostiene los trabajos inferiores de la energía cósmica y nos mantiene atados hacia las fuerzas primordiales de los estadios primarios de evolución. Nuestra energía es atrapada en el círculo lunar inferior, la cual es el reino de los deseos.
Nuestro principal problema en la vida es el ego, es nosotros mismos- no los demás o el mundo externo. Reclamamos cierta porción de la naturaleza como “ Yo soy esto “ o “ Esto es mío “ . Aunque solo hay una naturaleza, una ley que es el mundo natural, un trabajo de energías cósmicas. Cuando estoy enojado, no es en realidad que “ Yo “ estoy enojado. La ira es solo un aspecto de la energía cósmica del fuego. Para reclamarlo como nosotros mismos es comprender mal y aplicarlo mal y convertirlo en una fuerza de destrucción. Es simplemente que no entendemos las complicaciones cósmicas de la energía y estamos tratando de usarlas de una manera limitada. Lo que es usado en una manera limitada para un asunto personal y egoísta, se hace destructivo, ya que la limitación misma es destrucción.
Los planetas únicamente emiten energía. y es lo que nosotros hacemos para que funcionen las energías positivas o negativas. Lo que lo inclina a lo negativo es el ego, la cual es la arrogancia de esa energía hacia nosotros mismos. Si no hubiera ningún ego para que se apegue a la energía proveniente de Marte, no se manifestaría la cólera y la ira sino que solo se manifestaría el fuego. Esto incrementaría nuestra vitalidad y percepción, nos permitiría actuar decisivamente y no haría que nuestras acciones sean destructivas.
Para hacer a la astrología una ciencia espiritual como lo fué una vez y que esta tratando de serlo, debemos primero ante todo entender el significado espiritual de los planetas. Debemos aprender que porción de la energía cósmica representa cada una. Debemos conocer el único lugar y sus funciones en el esquema de la creación. En sus armonizaciones e integraciones y entonces estaremos aptos para liberar sus energías dentro de nosotros.
Nuestro cuerpo astral, la luz de la cual podemos ver en el aura, es formado por las influencias estelares y planetarias. Nuestra carta astral es como una fotografía de nuestro cuerpo astral. Nuestro cuerpo físico es una réplica burda, una parte externa de su contra parte astral. La astrología naturalmente es una ciencia astral, la ciencia del cuerpo astral. Este cuerpo astral es la mente, incluyendo la memoria, la imaginación, la razón e intelecto. La astrología nos permite leer la amplitud de la mente, lo instintivo, lo intuitivo, incluyendo las influencias de la vida pasada.
Más allá del cuerpo astral esta el cuerpo causal, así como podemos leer estado del cuerpo físico a través de ciertos factores de la carta astral, del mismo modo podemos leer algo del estado del cuerpo causal, la cual se relaciona más específicamente con el Sol. De esta manera la astrología puede ser elevada a percepciones más elevadas dentro de la ciencia causal. En ese nivel podemos explorar los movimientos de nuestras almas de vida a vida y nuestro verdadero propósito en la vida como almas que internamente tenemos que establecer y cumplir en esta encarnación.
Sin embargo nuestro verdadero ser trasciende todos los cuerpos como conciencia pura detrás de todas las cosas. La astrología, al igual que cualquier cosa desde el reino de la creación únicamente puede intimar. Hacer que la astrología se vuelva una ciencia espiritual es llevarla más allá de su área natural y límite normal. Esto puede ser hecho si conocemos como aplicarlo con completa integridad, objetividad y conciencia.
Actualmente no hay ningún mundo externo es absoluto. Lo que parece como mundo externo es solo una combinación de los potenciales sensoriales de nuestra propia mente. Es la luz de la conciencia reflejada por los lentes de la conciencia a las diferentes formas de objetos. Una vez que realizamos esto, nos liberamos de los deseos y descubrimos nuestro verdadero ser en todos los seres. Esto es también la meta última de la astrología. No es plasmar los planetas y las estrellas como influencias que debemos seguir. si no que es mostrar como residen dentro de nosotros y de esa manera podemos a través de ellos tener dominio sobre todo el universo.
Algunos dicen que la astrología, aunque sea real, no es una ciencia espiritual. No es una manera de liberarse, sino solo una ciencia oculta. Nos muestra nuestro karma, pero no estamos completamente atados a nuestro karma. Unicamente los ignorantes están completamente sujetos a sus cartas astrales, muchos han dicho, que los sabios no se preocupan a cerca de ello. Ciertamente la astrología como comúnmente es practicada no es espiritual. Esta lleno de ilusión, una cosa de maya, capturado en el encanto de lo mundano, el ego y la personalidad. La astrología no puede volverse una ciencia espiritual sin comprender sus limitaciones. Aun puede ser usado como un significado de convertir todo el universo en un símbolo, un lenguaje para el desarrollo del alma.

El Tiempo
El tiempo es una idea de los eventos que ocurren en una sucesión propia de expresiones por la idea del Tiempo. El tiempo es una energía de Dios y la fusión de la energía es transformar la materia y por la influencia del tiempo la materia se transforma y todo un inicio y un fin, esa poderosa energía no depende de nosotros, esa energía actua en contra de nuestra voluntad.
Nosotros creemos que controlamos el Tiempo, pero no es asía, más bien el tiempo nos controla a cada paso de nuestra vida reduciendo cada vez el tiempo de nuestra permanencia en este mundo. Lo que si podemos hacer es medir el tiempo de diversas formas, pero también estas medidas están limitadas solo a nuestra percepción sensorial y a continuación presentamos algunas que son básicas.

Medidas o Divisiones del Tiempo

1) Año Sideral
Es un año astronómico, su duración es de 365.25 días o 365 días 15 Gathis y 30 Phalas.
1 Gathi = 24’ , 1 Phala = 24’’, 1 hora = 2.5 Gathis

15 Gathis 30 Phalas = 06 hrs 12’ 15 x 24’= 06 horas
30 x 24’’= 12 minutos

Cada año sideral se produce por la rotación de la Tierra alrededor del Sol y este año dura 365 días 06 horas y 12 minutos y debido a la acumulación de 06 hrs 12’ por año cada 4 años se produce una año de 366 días que se conoce como año bisiesto, es decir 06 hrs. 12’ x 4 = 24 hrs 48’.

2) Año Lunar
Este año se produce de Luna Nueva a Luna Nueva y se conoce como año civil y su duración es de 354 días 12 horas o 354 días 30 Gathis. Un mes es de 29.54166666 días o 29 días 13 hrs x 12 signos = 354 días 12 hrs.

3) Año Savana
Este año se produce cuando el Sol Transita de signo en signo del zodiaco sideral fijo y dura 360 días, cada signo tiene 30° grados y se considera un día por grado recorrido por lo tanto 12 signos x 30° = 360° grados.

4) Año Nakshatra
Se produce cuando el Sol Transita por las 27 constelaciones, este año dura 324 días, 324 divido entre las 27 constelaciones es = 12 meses.

Mes Sideral
Este mes se produce cuando el Sol se encuentra comenzando un signo y la duración se basa hasta que alcance el signo siguiente y la duración depende de la longitud del signo ya que algunos son de ascención larga y otras cortas.
Sol En Aries del 14 de Abril al 13 de Mayo
Sol En Tauro del 14 de Mayo al 13 de Junio
Sol En Géminis del 14 de Junio al 15 de Julio
Sol En Cáncer del 16 Julio al 15 de Agosto
Sol En Leo del 16 de Agosto al 15 de Setiembre
Sol En Virgo del 16 de Setiembre al 16 de Octubre
Sol En Libra del 17 de Octubre al 15 de Noviembre
Sol En Scorpio del 16 de Noviembre al 14 de Diciembre
Sol En Sagitario del 15 de Diciembre al 13 de Enero
Sol En Capricornio del 14 de Enero al 12 de Febrero
Sol En Aquario del 13 de Febrero al 13 de Marzo
Sol En Piscis del 14 de Marzo al 13 de Abril

Mes Lunar
Este mes está basado en el movimiento de la Luna en relación al Sol en múltiplos de 12° grados que se conocen como Tithis o días lunares. 360° / 30 días = 12° por lo tanto 30 Tithis hacen un mes Lunar. En total son 15 días Lunares de la Fase Creciente y 15 días Lunares de la Fase Menguante.

Mes Savana
Este mes se mide de amanecer a amanecer 24 hrs = 1 día x 30 = 1 mes.

Mes Nakshatra
Es el tiempo que le toma a la Luna en girar por las 27 constelaciones, una constelación es igual a 1 día o 13°20’, haciendo un total de 27 días.

Adhikmasa
Es cuando en un Chandra Masa (mes Lunar) se producen dos conjunciones Sol Luna dentro de un mismo signo zodiacal y a veces coincide la segunda conjucnión Sol Luna en la línea que divide un signo del otro Rasi Shanti.

Kshya Masa
Es cuando el Sol entra en dos signos dentro de un mes Lunar o Chandra Masa.

El Día Sideral
Este día es igual a 23 hrs 56’minutos de tiempo Solar, es lo que lo toma a la Tierra para girar sobre su propio eje. Desde la Tierra es el giro aparente del Sol sobre la Tierra.

Aparente Día Solar
Este día dura 24 hrs y se mide de amanecer a amanecer, en Occidente el comienzo del día se produce a las 00hrs00’ o media noche, pero en la India y en los tratados de astromonía Védica el comienzo de un día en particular se produce de amanecer a amanecer que comúnmente es a las 05:30 a.m.

 



      

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