Contenido + La verdadera Fé |
La Pesca Milagrosa Pedro obedeció a pesar de no tener ninguna esperanza. Así debemos ser los laícos; personas que actuemos y llevemos la Buena Vueva a todos, confiados no en nuestras capacidades, sino apoyándonos en la orden de Jesús. Y rememos a lo más profundo demostrando valentía encima de nuestra barca La Iglesia; un barco grande y fuerte capaz de soportar inmensas tempestades. De esta forma notaremos como nuestras redes se llenaran y quedarán a punto de romperse, logrando unir a los divididos y reunir a los dispersos hijos de Dios en la barca de Pedro, la única Iglesia de Cristo. Sólo así seremos capaces de decirle a nuestro Señor: "Alejate de mí porque souy un pecador", demostrando el termor de descubrirlo en lo más intimo de nuestras vidas y logrando el acto de fé más grande en la divinidad de Jesús. Pero, antes de salir al mar recordemos que el pescador de hombres no engaña a los peces para atraparlos, sino que actúa con la verdad dandose como aliment. Podremos lanzar la redes cuando dejemos atrás tantos prejuicios y nos sintamos responsables por el desvalido, el enemigo, el desnudo, ya que el plan de Dios es la misericordia que contempla la salvación de todos.
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