SANTA MARIA DE LA ESTRELLA

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       Hoy más que nunca resuenan en nuestros corazones las palabras de Jesús: "Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos" (Mt.28, 18). Hoy más que nunca nos unimos al apóstol San Juan para repetir: "Lo que hemos visto y oído, os lo anunicamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros" (1 Jn 1, 3).

          Recordando las palabras de Pablo VI "Evangelizar es la gracia y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda", y alentados por el Concilio Vaticano II: "Cómo partícipes del oficio de Cristo sacerdote, profeta y rey, los laicos tienen su parte activa en la vida y en la acción de la Iglesia [...]. Alimentados por la participación en la vida litúrgica de la propia comunidad, participan con diligencia en las obras apostólicas de la misma; conducen a la Iglesia a hombres que quizás viven alejados de Ella; cooperan con empeño en comunicar la palabra de Dios, especialmente mediante la enseñanza del catecismo; poniendo a disposición su competencia, hacen más eficaz la cura de almas y también la administración de los bienes de la Iglesia". Así, hace un año ya, un grupo de laicos decidió lanzarse a la aventura de formar un canal de Evangelización, que luego se llamaría "Santa María de la Estrella".

          Santa María es aquella madre que acompaña a sus hijos y como la llamaba Santo Tomás de Aquino es la "Estrella de mar". Porque así como los navegantes se dirigen al puerto guiados por la estrella polar, así también nosotros los cristianos nos encaminamos a la gloria por medio de María. El Santo Padre la ha llamado varias veces "Estrella de la Evangelización" y por eso hoy más que nunca rogamos a María que nos guíe y así como Jesús ha venido a los hombres por medio de ella, lo siga haciendo igual hoy.

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