LA FORMA MÁS CORRECTA
DE LLEVAR UNA
MOCHILA
Llenar la mochila es todo un arte que requiere su
tiempo, con una buena labor, la espalda sufrirá menos.
Sobre terrenos fáciles hay
que colocar los objetos pesados arriba y cerca de la espalda. De esta forma, el punto de
gravedad se sitúa cerca de los hombros y el peso recae en la cintura.
Sobre terrenos difíciles (superar grandes
desniveles, esquiar o escalar) el peso se coloca en la mitad de la mochila y cerca de la
espalda, haciéndolo coincidir con el punto de gravedad.
Lo que nunca hay que hacer es colocar el material
pesado en la base, provoca gran tensión en los hombros, los empuja hacia atrás, y la
fuerza arquea hacia delante la zona lumbar de la columna. En esta situación la espalda
soporta el peso y la presión producida al intentar corregir la posición.
Ó Aire Libre
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COMO
UTILIZAR LA BRÚJULA
Se trata de una sencilla labor para conocer
la dirección a seguir, y acceder al punto deseado. Conocer el rumbo es fundamental para
no perderse. Cuando el excursionista ha fijado un objetivo, por ejemplo, un pico, tendrá
que determinar el rumbo desde donde se encuentra hasta dicho pico. Si en su camino se
interponen elementos, como un bosque, que le pueden despistar, con la brújula logra
caminar en la dirección correcta.
La brújula determina el rumbo en ángulos. El proceso es
fácil:
- Sostener la brújula en la palma de la mano con la línea de dirección señalando hacia
el pico. La brújula suele situarse a la altura de los ojos para mirar con más
precisión, pero siempre debe mantenerse horizontal.
- Con la línea de dirección fijada en el pico, girar la caja hasta la flecha Norte-Sur
(el cero) de la caja quede alineada con la aguja móvil. Con esta operación se está
midiendo el ángulo entre el norte magnético (la dirección del extremo norte de la aguja
móvil) y el pico (la dirección indicada por la línea de dirección). Se mide el rumbo.
La graduación de la caja indica el rumbo a seguir: los grados que coinciden con la línea
de dirección, en este caso, el rumbo del pico, es de 40 grados. El rumbo ya está fijado
en la brújula, todo lo que hay que hacer es caminar en la dirección que indica la
línea.
- Si el montañero/senderista se desvía del rumbo, la aguja móvil le delata al moverse
para señalar el Norte, no coincidiendo con la flecha N-S de la caja.
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