Hoy la Naturaleza es tan valiosa que nadie
puede de permitirse el lujo de maltratarla, aunque sea con la excusa de unos preciosos
documentos de historia natural. Cualquiera que desee dedicarse a tan apasionante actividad
debe sujetarse a unas normas de convivencia con animales y plantas. A unas normas que, a
modo de decálogo, son ya conocidas y respetadas por la mayoría de fotógrafos
naturalistas europeos.
- El respeto a la vida es prioritario siempre y en todo lugar. Sed responsables y
conscientes del posible daño que se puede causar a los animales al intentar
fotografiarlos. Hay que aprender a renunciar a un buen documento antes deponer en peligro
la vida de un ser vivo.
Respetad las reservas. Su principal papel es el de salvaguardar la vida
salvaje, no están creadas para vuestra diversión, ni para satisfacer, aunque legítimas,
vuestras aficiones fotográficas. Tomad como primera medida al llegar a ellas, contacto
con los guardas y demás responsables. Informadles de vuestras intenciones y solicitad los
permisos reglamentarios. Cumplid al pie de la letra las normas vigentes y las
prohibiciones, redoblando los cuidados con animales y plantas.
Debe respetarse la propiedad privada. Los daños y molestias que causéis recaerán
sobre vosotros mismos. Tened cuidado de no pisar los cultivos ni las praderas frondosas.
No cortéis ramas ni molestéis a los animales domésticos. Sed discretos. El pasar
inadvertido es una regla fundamental en la práctica de la fotografía. Hay que actuar
prudentemente y aprender a esconderse y esperar.
Extremad la limpieza y cuidados a la Naturaleza: no tirar papeles ni envolturas y menos
objetos de vidrio, no hacer fuego y, aunque os suponga un gran sacrificio, no fuméis.
Tened un cuidado especial con los nidos de las aves. Pensad que una insistencia de
vuestra presencia en la zona de nidificación puede provocar el abandono del nido por
parte de los padres. También es peligroso manipular los huevos o las crías, mantener a
los padres demasiado tiempo alejados y destruir la cobertura vegetal próxima al nido para
poder fotografiarlo mejor. Al mutilar la vegetación de los alrededores exponéis los
huevos o los polluelos al implacable sol, al frío o la lluvia. Extremad todas las
precauciones con los nidos de las rapaces. Por su escasez necesitan un cuidado particular.
No perturbéis su nidificación, mantened el hide o escondite bien camuflado lo más
alejado posible del nido y mantenerlo montado elmenor tiempo posible.
No forcéis a los pájaros a levantar el vuelo. Los anátidas y limícolas necesitan
lugares tranquilos cada vez más escasos- para comer y descansar. Al ser molestados
buscarán otro refugio, lo que puede serles fatal, sobre todo en época de caza. Además,
al provocar su huída priváis, egoístamente, a otros aficionados de poder observarlas.
No asustéis a los animales. Ellos tienen derecho a alimentarse y descansar en paz.
Tened especial cuidado con los mamíferos , particularmente a las hembras preñadas o con
las crías. Al perseguirlos y molestarlos porvocamos, sorpresivamente, su huida y esto les
vuelve temerosos y huraños y, lo que es peor, perturba sus costumbres vitales. Si
encontráis a un recién nacido, evitar tocarlo y no pisoteéis los alrededores donde se
encuentre (los mamíferos suelen tener buen olfato); alejaos del lugar. Bajo ninguna
escusa llevéis un perro con vosotros. Para observary poder fotografiar a los mamíferos
salvajes hay que tomarse tiempo, tener en cuenta la dirección del viento para elegir el
camino deseado, acercarse a ellos con cautela, en silencio, despacio, sin movimientos
bruscos y aprovechar las técnicas de rastreo.
No busquéis el sensacionalismo a cualquier precio. Las especias raras necesitan un
cuidado especial, sobre todo en la época de reproducción. Si tenéis el privilegio de
localizar una rareza, no lo comentéis alegremente; los cotilleos han provocado muchas
veces destrucciones irreparables.
Sed correctos. No sigáis o espiéis a otros colegas; podéis interrumpir o perturbar su
trabajo. Respetad el derecho de prioridad, evitando con ello rivalidades, pues es la
naturaleza la que sale perjudicada.
Intervenid contra la infracción de estas normas. Denunciad los abusos y delitos.
Corregir cortésmente las torpezas de los fotógrafos noveles. Y pensad que de vuestro
ejemplo dependerá el trato que los que vienen detrás darán a la naturaleza.
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