Reseña de la utilización de alcohol en otros países
Estados Unidos
En el año 1975, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos recibió muchas preguntas y sugerencias acerca de la idea de utilizar alcoholes como combustible para motores. A tal efecto se realizaron estudios que arrojaron los siguientes datos:
Disponibilidad de alcohol:
Se realizó una considerable investigación sobre décadas pasadas, para analizar la factibilidad de emplear alcoholes como combustible en motores de vehículos. Estas investigaciones enfocan el uso de metil y etil alcoholes, siendo considerados éstos como mezclados con las motonaftas y también como combustibles puros:
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Etanol: Se lo produce primariamente del etileno, derivado del petróleo, de diversos granos o de la melaza. Obviamente el empleo de petróleo para la producción de etanol no aliviaría la escasez del mismo. La producción de etanol partiendo de granos sería factible solamente si se encuentran disponibles sobrantes de los mismos en cantidades importantes, pero ésto no es así en la realidad. La producción total de granos de Estados Unidos de Norteamérica podría brindar etanol en una cantidad cercana al 30% del consumo actual de gasolina. Se producirían aproximadamente 50 galones de etanol por acre anuales. Sin embargo en Norteamérica no existe disponibilidad de terreno para cultivar con el propósito de elaborar etanol destinado a combustible en gran escala. Con tal perspectiva, no podría contarse con significativas cantidades de etanol ni en corto ni en largo plazo.
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Metanol: Puede obtenerse partiendo del gas natural y también del carbón, de la madera o de residuos orgánicos. No obstante en Estados Unidos la oferta de gas natural no está disponible para esos fines. En cambio en aquellas regiones donde el gas natural se quema y es desperdiciado, tal es el caso de Oriente Medio, la producción de metanol resultaría factible. Los residuos de madera son técnicamente una fuente factible de producción de metanol, pero a veces no llegan a cubrir los requerimientos nacionales del mismo. Debería aprovecharse por lo tanto en aquellos lugares donde abunden los recursos madereros. Similarmente, el metanol que se elaboró de los desperdicios orgánicos municipales podría limitarse a áreas muy localizadas. El carbón es la fuente más factible y abundante para obtener metanol, su tecnología es conocida, pero aún requiere desarrollarse.
La conclusión de estos estudios fue la siguiente:
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El alcohol etílico no es un combustible viable para automóviles por su limitada disponibilidad.
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El alcohol metílico tiene algunas posibilidades de uso en automóviles, pero presenta problemas económicos y técnicos asociados con su producción, distribución y empleo, sea puro o en mezclas con nafta, lo cual hace improbable que se recurra al mismo en el transcurso de esta década. En el futuro, las mezclas de metanol y naftas pueden convertirse en muy prácticas para movilizar automóviles en general, pero la información actual indica que este combustible puro o en mezclas resultaría de uso limitado, reservándolo especialmente para vehículos veloces, por ejemplo de competición.
Hoy en día, se utiliza una mezcla de etanol con gasolina en reemplazo del tetraetilo de plomo, utilizado para mejorar el número de octanos, que por ser altamente perjudicial para la salud fue drásticamente limitado a partir de 1986. Ésto tuvo un muy importante significado para la salud pública, por cuanto la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los EE.UU. pudo establecer que los efectos tóxicos del plomo están ampliamente demostrados y que la gasolina fue la mayor fuente de contaminación (90% del total de la emisión de plomo en el aire).
Brasil
Para equilibrar el consumo de petróleo con la producción del mismo se realizaron intensos estudios desde finales de la década del 60 hasta inicios de la década del 70, basándose en estudios realizados en Tucumán en el año 1927, con la finalidad de identificar una alternativa económicamente viable del petróleo como fuente de combustible. El etanol fue la alternativa escogida. En el año 1975 como respuesta a los fuertes aumentos del precio del petróleo se inició el programa ProAlcool, con el objetivo de utilizar el etanol como combustible sustituto de la gasolina y aumentar su producción para uso industrial.
El Plan Nacional del Alcohol, como se informa por notas de Brasilia 1661/75 y 165/76, propone reducir el consumo nacional de nafta, a través de la mezcla de este combustible con alcohol anhidro, extraído de la caña de azúcar o de la mandioca, en una proporción de 20 partes de alcohol por cada 80 de nafta. Brasil sigue así el ejemplo de países como Estados Unidos, Canadá, Japón y varios de Europa Occidental, que hace 5 años adicionan alcohol a las naftas en una proporción del 45%, como Austria, donde el combustible automotor contiene un 25% de alcohol de papa, como Sudáfrica, donde el alcohol y las naftas se mezclan por mitades, Paraguay también lanzo su propio programa para el alcohol.
Para 1980 Brasil espera disponer de 3.000 millones de litros de alcohol carburante, lo que, según el Secretario General del Ministerio de Industria y Comercio. Pulo Belotti, eximiría al país de gastar ese año 500 millones de dólares en importaciones de hidrocarburos. El Plan Nacional del Alcohol se integra así en la estrategia gubernamental tendiente a reducir las compras de petróleo foráneo, compras que desde 1974 significan para Brasil una copiosa sangría financiera. Para disminuir esta sangría, el gobierno brasileño esta haciendo esfuerzos dirigidos a sacar provecho del petróleo nacional y de otras fuentes de energía. Ahora bien, estos esfuerzos no van a traer soluciones inmediatas. La producción nacional de petróleo no se elevara a valores relevantes por lo menos hasta la próxima década. Itaipu, Tucurí y otros proyectos hidroeléctricos de envergadura no estarán terminado antes de 7 años. Las usinas nucleares solo entraran en funcionamiento masivo dentro de 10 años. En cambio el empleo del alcohol anhidro como carburante es viable a corto plazo.
Hasta ahora, la ejecución de El Plan Nacional del Alcohol ha obedecido a un ritmo parsimonioso. Como los precios internacionales del azúcar, hasta el mes pasado, eran remunerativos, se pensaba destinar los excedentes de la caña a la elaboración de azúcar de exportación. Los requerimientos de materia prima originados por el programa alcoholero se atenderían mediante la plantación de nuevos cañaverales. Además, si bien El Plan Nacional del Alcohol ofrece créditos ventajosos a los agricultores o industriales del ramo, el precio promocional que el estado se compromete a pagar por el alcohol beneficiaria tan solo a las destilerías, las plantaciones de caña carecen así de estímulos suficientes para extender el área dedicada a esa producción. Por otra parte, cuando el fin se plantaran los nuevos cañaverales, el primer corte de caña podría hacerse recién al año y medio, o a los dos años. Por lo tanto parecía no haber razones para acelerar la instalación de las destilerías. De allí que los mecanismos administrativos no hayan funcionado con demasiada celeridad sobre todo en lo referente a la apertura de los créditos oficiales.
Ahora la situación podría mudar. Según la Agencia de Estado "una alta autoridad federal del área económica ¨ declaro que el gobierno podrá estudiar una reorientación de la industria azucarera. Se restringiría el volumen de azúcar que se elabora para exportación, en beneficio de una mayor producción de alcohol carburante. Vale decir que, antes de lo previsto, El Plan Nacional del Alcohol podría contar con volúmenes considerables de materia prima. El cambio estaría motivado por el encarecimiento progresivo del petróleo y por la declinación del precio del azúcar en el mercado mundial.
Es claro que la reorientación susodicha haría indispensable una aceleración del proceso de implantación de las destilerías. Al respecto, cabe decir opinión independiente deplora la lentitud con que se viene desarrollando este proceso, no por falta de interés de parte de los empresarios, sino, como queda dicho, a causa de la parsimonia de las autoridades a la aplicación. O Estado de São Pablo del 9/8/76 llega a decir, en una Visión de la semana:" No se entiende?el atraso en la ejecución del Plan Nacional del Alcohol, que parece indicar una verdadera intención de sabotaje, para impedir la reducción de las importaciones de combustibles líquidos en el país". En el congreso, el programa fue considerado el viernes ultimo por Theotonio Vilela, el prestigioso senador, en el Consejo de Desarrollo Económico, ante el atascamiento de numeroso pedidos de créditos para nuevas destilerías e el Banco de Brasil, recomendó a esta institución una mayor amplitud en la consideración de las solicitudes, y se asegura que ahora todo ira más rápido.
Ahora bien a esta altura de los acontecimientos, y no obstante el progreso que se observa en la ejecución del programa, ya se puede afirmar que los actos del Plan Nacional del Alcohol son perfectamente viables. Tal es el parecer del profesor Melvin Calvin, Premio Nobel de Química, y también el de respetados especialistas brasileños. Y no se conoce opinión alguna autorizada que sea contraria a la factibilidad técnica o a la rentabilidad económica del programa alcoholero.
La Volkswagen y la Fiat brasileña realiza experiencias con alcohol puro. Según cálculos de la Secretaria de Planeamiento, en 1985 Brasil podrá producir 30.000 millones de litros de alcohol, que cubrirían todo el consumo nacional de combustible automotor, las inversiones necesarias serian del orden de los 9.800 millones de dólares.
También se comunico a la prensa que en 1980 una parte del transporte de colectivo de las grandes ciudades funcionara a alcohol puro. ( el uso de alcohol puro como carburante haría necesaria algunas modificaciones en los motores).
Durante el año 1976 se produjeron 550 millones de litros de alcohol y en 1982 se alcanzaron los 5.200 millones, procesando 77 millones de toneladas de materia prima en 1,5 millones de hectáreas.viii
En el año 1987 se utilizaban más de 8.000 millones de litros de alcohol hidratado 96º en aproximadamente 3 millones de vehículos (24% del parque automotor total), mientras que el resto de los vehículos se propulsaba con mezclas de hasta 20% de alcohol anhidro (2.400 millones de litros de alcohol 100º). También existían 22.800 estaciones de servicio que expendían alcohol y alconafta. El programa significó la creación de 250.000 empleos directos y unos 2 millones de indirectos, el incremento en las remuneraciones del sector y la instauración de importantes beneficios sociales para los trabajadores agrícolas y sus familias, en tan solo 10 años.
Una de las consecuencias de la utilización de etanol como combustible fue la reducción del nivel de monóxido de carbono liberado por los vehículos. Este hecho demuestra como el programa está contribuyendo con los esfuerzos de Brasil para garantizar la protección ambiental.
Hoy, Brasil tiene la tecnología y el equipamiento capaz de mantener una producción anual de 16.000 millones de litros y exporta tecnología, equipamientos y servicios.
Actualmente, al no existir más las razones que originaran el programa ProAlcool en la década del 70 y al haberse cumplido los objetivos de éste, el programa continua con nuevos propósitos:
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utilizar la tecnología brasileña desarrollada
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producir nuevos puestos de trabajo
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mantener el compromiso de protección ambiental.
Otros países
Sudáfrica posee una planta de destilación a partir de la caña de azúcar con capacidad productiva de 653.000 litros por día.
En Francia se invirtieron 500 millones de francos entre los años 1983 y 1986 para realizar investigaciones relacionadas con este tema.
En Australia y Nueva Zelanda se realizaron estudios para analizar la factibilidad de la implementación de proyectos de alconafta.
En Bolivia en el año 1983 más del 50% de los automotores utilizaban alconafta con 15% de alcohol anhidro en lugar del clásico hidrocarburo.
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