ÍNDICE 

1-Aproximación 
2-Aspectos Económicos 
3-Aspectos Sociales 
4-Conocimiento 
5-El Planeta Común 
6-Consideraciones 
7-Conclusión 
8-Bibliografía

¿QUE PUEDE SER LA GLOBALIZACIÓN? 
 
6. CONSIDERACIONES PERSONALES.  

Algunos pensadores han indicado que vivimos en el mejor de los mundos posibles, otros opinan que "otro mundo mejor es posible". Considero que otro mundo es posible, aunque este pensamiento sea utópico, que sólo sirva de guía, de foco. Edgar Morin tiene razón cuando indica que "No debemos caer de nuevo en el sueño de la salvación terrestre. Desear un mundo mejor, que es nuestra principal finalidad, no significa el mejor de los mundos" [11,136]. Hay razones para no estar satisfechos con el mundo actual porque siguen sucediendo aquí y ahora acontecimientos intolerables sin que le prestemos la atención necesaria. El pensamiento placentero y conformista instalado en Occidente es el que permite considerar que vivimos en el mejor de los mundos posibles: un mundo capitalista, liberal y democrático tendente a la globalización. El estadounidense Francis Fukuyama en su libro "El fin de la historia y el último hombre" pone de manifiesto este pensamiento. Una de los grandes ventajas del sistema capitalista es su capacidad de convencer a los excluidos de que forman parte del sistemas. EEUU, Japón y la UE controlan el 90% de la información del planeta y son los encargados de difundir a todo el mundo su modelo de desarrollo, la globalización neoliberal, en forma de pensamiento único, del "Consenso de Washington". La mayoría de los partidos políticos consideran que no hay alternativas a los libres mercados globales. Pero para Eduardo Galeano el mundo está patas arriba: "El mundo tal cual es, mundo al revés, los países que custodian la paz universal son los que más armas fabrican y los que más armas venden a los demás países; los bancos más prestigiosos son los que más narcodólares lavan y los que más dinero robado guardan; las industrias más exitosas son las que más envenenan el planeta; y la salvación del medio ambiente es el más brillante negocio de las empresas que lo aniquilan" [12,7]. No es positivo aceptar que no es posible lograr una sociedad mas justa, que no hay nada que hacer, que no es ya posible el progreso, que hemos llegado al final. Son tantos los marginados que viven en nuestro planeta, somos tan pocos los que vivimos desahogadamente, que aceptar estas teorías conformistas es casi un desprecio a millones de personas sin esperanza. Algo será posible hacer. 

Desde la caída del comunismo se está imponiendo el modelo del liberalismo económico a nivel mundial como modelo sin competencia, modelo vencedor. Es a partir de entonces cuando se ha empezado a hablar de manera frecuente de la globalización; antes se hablaba del comunismo y ahora se habla de globalización. Así, mientras para unos la globalización es neoliberalismo, un nuevo totalitarismo disfrazado de democracia, que mantiene las apariencias, para otros es neoimperialismo, otros consideran la globalización como un movimiento natural, debido a que el mundo se hace cada día más pequeño por el número de habitantes y por el acercamiento debido a los medios de comunicación, otros consideran que es una simple palabra inventada por los medios de comunicación de masas, carente de significado; hablar por hablar de algo, y para vender el producto. Unos autores consideran que globalización quiere decir homogeneización y pobreza cultural, mientras que otros consideran que el proceso de globalización es la única vía para garantizar que se alcancen nivele mínimos de bienestar, educación, salud, cultura, etc., para los países subdesarrollados; peor no pueden estar, lo único que pueden hacer es ganar. Para Ortega el hombre, aunque lo pretenda, no puede llegar a una verdad absoluta; cada uno de nosotros solo captamos un aspecto local, según la perspectiva desde la cual lo contemplemos. Así, se puede considera que cada cual cuenta la batalla según le ha ido, pero es el vencedor  el que escribe la historia. El uso de Internet de forma masiva estos últimos años está provocando un desencanto porque las cosas van mucho más despacio de lo que se había pronosticado. Uno de los principales problemas de Internet es la gran cantidad de información que hay en la red y que sin ser filtrada tiene poca utilidad. La publicidad ha invadido la red; la explosión de páginas web, banners y sugerencias de páginas de sexo hace incómoda la navegación en busca de la información que realmente necesitamos. En el mundo occidental hay libertad de expresión reconocida, pero persisten los intentos de someter y controlar la información por parte de poderes políticos y económicos. El control de los grandes grupos de medios de comunicación, que cada vez dedican menos tiempo a la información veraz sobre problemas mundiales y más a los logros de las grandes corporaciones financieras propietarias de estos medios, el sensacionalismo y al entretenimiento para conseguir una sociedad fácil de controlar. Los rápidos avances tecnológicos, la pluralidad y celeridad de revisión de conceptos y valores, vivir en la provisionalidad, nada es para siempre, nada es absolutamente verdad. 

La globalización es ambivalente: entraña muchos males, pero también posibilita muchas oportunidades. La globalización implica factores negativos como la volatilidad financiera con fluctuación de divisas incontrolada, la pérdida de la calidad del trabajo y la disminución de la protección social de los trabajadores. Puede que aumente la diferencia entre las personas ricas y las pobres, que aumente la distancia que separan a los países de desarrollados y los menos desarrollados. Maguib Mahfuz, escritor egipcio y premio Nobel de literatura, considera que aunque la globalización fuera deseable no hará prosperar la economía de los pueblos del Tercer Mundo, que con ella no se respetan los derechos vitales y fundamentales del ser humano como tener trabajo y dignidad. Es un error la imposición cultural o religiosa; no es inteligente la violación de cualquier monumento que sea considerado sagrado por cualquier religión; los elementos sagrados de todas las creencias religiosas, como símbolos que son de una cultura, deben ser respetados por todos, sea cual sea la religión que uno profese, si es que se profesa alguna. Pero la globalización implica grandes ventajas, como al mejor asignación de los beneficios de la especialización a escala mundial, mejor oferta de productos, bienes y servicios más competitivos. Ha supuesto el aumento de movimientos comerciales y financieros  que han derivado en un aumento del nivel de empleo en el mundo, aunque no igualmente repartido entre todos los países y ha generado mayores beneficios a los países industrializados debido a su mejor posición y su mayor dimensión de mercado. Respecto a la apertura y al intercambio de conocimiento entre los pueblos es muy positivo, que valores como el respeto por otras culturas deberían de ser globales, extenderse por toda la Tierra; pero la realidad es otra bien diferente. 

El movimiento de globalización es inevitable y hay que intentar que los riesgos y peligros se transformen en oportunidades para el desarrollo. Para lograr estos objetivos es necesario conocer el proceso y la intervención de los gobiernos de manera individual o colectiva y organizada; la simple evolución del Mercado no permite estos objetivos necesarios. Pero en el Mercado hay poca espiritualidad, menos ética de la que debiera haber, poca humanidad; se centra demasiado en el beneficio privado y en lo material, y poco en los valores y en lo social. La globalización no debería consistir en una lucha entre el más fuerte cultural y económicamente, y las otras culturas que se le oponen, como la india, la china, la japonesa, la latinoamericana. Africa del norte también participa en esta confrontación, mientras Africa subsahariana no sabe lo que es la globalización. 

Pero la globalización, si fuera deseable, no es fácil de llevar a cabo con todas sus consecuencias; hay demasiados intereses en juego, demasiados nacionalismos. La globalización ha encontrado islas de resistencia en el proceso de homogeneización planetaria. Ejemplos los tenemos en la resistencia de algunos países europeos a la incorporación a la moneda única. Otro ejemplo es la situación de homogeneidad en Alemania en donde, a pesar del tiempo transcurrido desde la unificación, las retribuciones de los cuadros directivos del este son inferiores a los de sus homólogos del oeste del país; parece ser que hay otras sensibilidades. La globalización de aspectos como el movimiento de personas, el movimiento de alimentos, el movimiento de ideologías o pensamientos, etc., es difícil de favorecer porque lleva implícitos muchos riesgos, especialmente para los países desarrollados. 

Hasta ahora los beneficiados por la globalización han sido los países desarrollados; Europa y Estados Unidos. El FMI ha dispuesto de grandes recursos financieros para salvar a los bancos que están en crisis, pero no invierte para alimentos y combustible en favor de los más pobres. La OMC, que es una creación de los países firmantes del acuerdo: Estados Unidos, Europa, Canadá y Japón, está defendiendo las economías de los países que la crearon, así como las ventajas relativas de las que disfrutan y las multinacionales que pertenecen a ellos. La lógica de la OMC es una lógica que habla de que la apertura de los mercados va a permitir el desarrollo generalizado de la economía mundial en su conjunto. José Bobé considera que la mundialización y la OMC están decidiendo, pasando por encima de los políticos, lo que deben comer los pueblos. La liberalización y la desregulación son opciones tomadas por los gobiernos de los países más ricos e impuestas luego a todo el planeta, bajo la presión del FMI. Los países desarrollados quieren imitar a los desarrollados, prospera el capitalismo popular, los sindicatos abandonan su carácter anticapitalista y revolucionario para gestionar fondos de pensiones y cursos de formación, los críticos se convierten en opciones incorrectamente. El capitalismo es capaz de evolucionar y adaptarse sin cambiar en lo fundamental. Ahí es donde reside su fortaleza. La globalización impone un marco de desarrollo que trata de monetarizar casi todos los intercambios; la privatización de los recursos públicos - tierra, agua, semillas, medios de producción - dando demasiada importancia y confianza al mercado. 

El capitalismo neoliberal, buscando la libertad, ha conseguido ahondar la desigualdad. Con las políticas neoliberales, en más de setenta países la renta per cápita es inferior ahora de la que era hace 20 años. La década de los 90 ha sido negativa para los más pobres, no se ha visto progreso. Nunca antes hubo tanto crecimiento a nivel mundial y sin embargo se ha agravado la pobreza en las zonas más desfavorecidas, se ha incrementado la desigualdad, se han ahondado las diferencias entre los países desarrollados y los que no lo están. En la III Conferencia de la ONU sobre los Países Menos Avanzados (PMA) celebrada en Bruselas se indicó que el África el 45% de la población vive en la extrema pobreza, y es allí donde las dictaduras, a menudo sangrientas, son frecuentes, donde la corrupción está muy extendida, las instituciones son muy débiles y la sociedad está muy desvertebrada. En 1971 los PMA eran 25; hoy son 49, de los cuales 34 africanos, siendo Sierra Leona, Etiopía, República Democrática del Congo y Burundi los más pobres. Además, son los países desarrollados los que imponen sus condiciones; es difícil que un pequeño país lleno de problemas económicos resistirse a las presiones que ejercen sobre él los países desarrollados, la UE y EEUU. 

La aplicación del "principio de territorialidad" que otorgaba a los gobiernos el derecho de gravar todos los ingresos y actividades que ocurren dentro de su territorio, no ocasionaba grandes problemas, pero con la globalización, las acciones de muchos gobiernos se ven  limitadas por las de otros estados. Se dice que es necesario realizar plantaciones Genéticamente Modificadas, OGM, porque es la única forma de aliviar el hambre en el mundo, pero la pobreza tiene otras características. El Doctor Yibrah de Etiopía considera acertadamente que hay superproducción de alimentos en los países desarrollados y, sin embargo, en hambre en el mundo todavía existe, debido a las relaciones comerciales totalmente desfavorables hacia los países menos desarrollados, también existe el hambre en los países más desarrollados. La causa real de la pobreza en el mundo es, principalmente, la falta de justicia, y esta situación de injusticia no se resolverá con los cultivos transgénicos; la polémica creada sobre este tipo de cultivos obedece a otras intenciones e intereses. Cada región del mundo puede crear su propia soberanía alimentaria. Europa y Estados Unidos afirman que son capaces de alimentar a todo el mundo y se imponen a los demás países, sobre todo a los del Sur, con las ayudas a la exportación. Pero Europa debe financiar la forma de agricultura necesaria para alimentar a su población, pero debe permitir que las demás regiones del mundo hagan lo mismo; es una postura global, que cada región pueda alimentar a la población que habita en su territorio. Es necesario que los excedentes agrícolas no sean utilizados en pseudo "campañas humanitarias" que destruyen la producción de los pequeños campesinos de los países asistidos, como la carne de cerdo en Rusia, o los cereales en Africa o América Latina. 

La democracia, que nació para la "polis" griega, se perfila, tal y como está ahora, poco adecuada para un mundo globalizado. La democracia, cuyo fundamento es de un hombre un voto, necesita una sociedad homogénea, que todos entiendan los términos susceptibles de votación del mismo modo. En la actualidad, hay pocas instituciones efectivas de gobierno económico global, y ninguna democrática. El pensamiento único; el dominio político; la primacía de lo comercial. La democracia y el libre mercado no son socios, sino competidores. Lo que verdaderamente acompaña al libre mercado no es un gobierno democrático libre y estable, sino una política volátil y la inseguridad económica, y un gobierno fuerte que lo imponga. Con este cambio acelerado los gobiernos no deberían perder importancia, que son fundamentales para crear igualdad de oportunidades, sin favoritismos. El gobierno tiene que ser un administrador y un político. La gente no se mueve, no participa, tiene miedo, pero no a la policía, a la tortura o a la cárcel, que aún perdura en muchos lugares, sino un miedo a la inseguridad y al desempleo. Y ese miedo paraliza. El FMI, como institución pública que es, debería ser dirigida a partir de principios democráticos. 

Herder Cámara pone el dedo en la llaga cuando nos dice que hay que tener cuidado con las ayudas al Tercer Mundo. La élites políticas, económicas y sociales del tercer Mundo se aprovechan de los aspectos positivos de la globalización - financiación, ayudas - pero deben compartir también la responsabilidad por los aspectos negativos. Se plantea preguntas de difícil respuesta como: ¿interesa erradicar la pobreza, globalizar el bienestar?; ¿se hacen los esfuerzos intelectuales necesarios para resolver el problema, para identificar cual es la raíz de la pobreza?. No debemos olvidar el problema de la deuda externa de los países menos desarrollados. El excesivo endeudamiento de estos países se ha convertido en un problema financiero de primer nivel. El cobro de esta deuda es ya un problema ético. Algunos países no pueden ni pagar los intereses de la misma porque están en situación de extrema pobreza. Recientemente algunas personas, y gobiernos, se han pronunciado pidiendo la condonación de esta deuda a los países más pobres, que son los del África subsahariana. El problema es que los acreedores se comportan como juez y parte en la resolución del problema, y el ambiente de globalización económica neoliberal no es el más apropiado para solucionar este problema; la libertad prima sobre la solidaridad. En algunos ámbitos se ha indicado que son los países desarrollados, las instituciones financieras internacionales, BM, FMI, etc., las culpables de esta situación; son ellas las que no han sabido prever el problema, las que han concedido préstamos a gobiernos corruptos, muchas veces dictatoriales, sin controlar el destino de los mismos, que en muchas ocasiones han ido a aparar a los bancos occidentales, en cuentas de grandes oligarcas y dictadores regionales, que son los verdaderos beneficiarios. Es paradójico que tras la Segunda Guerra Mundial se concedieran préstamos a Alemania y se fijara como cuota máxima para el pago el 4,6% de sus exportaciones, medida destinada a no hipotecar su desarrollo económico; medio siglo después estas cautelas no se aplican a la deuda de los países en desarrollo. 

Con la globalización la degradación del planeta no se está reduciendo. Según algunos estudios recientes: por cada millón de dólares de Producto Interior Bruto (PIB), la Unión Europea emite 1,4 toneladas de gas, pero en  Estados Unidos lo equivalente es 2,66 toneladas de emisión de gas. Se da la paradoja que EEUU consume más de un cuarto de la energía mundial disponible y sólo produce el 19% del total. 

El proceso de globalización actual está desarrollando principalmente los aspectos económicos y en menor medida los sociales. Algunos autores consideran que la globalización se ha reducido sólo a los aspectos económico abandonando definitivamente los aspectos sociales. Para poner de relieve estas carencia y relanzar el proceso de globalización completo algunos autores están hablando de "universalización" el lugar de globalización para indicar que el término incluye los aspectos económicos pero principalmente los sociales. Baudrillard distingue entre globalización y "universalidad". Globalización corresponde a las tecnologías, al mercado, a la información. La universalidad corresponde al mundo de los valores, de los derechos humanos, de las libertades y la cultura. Mientras que la globalización parece irreversible, la universalidad corre peligro de extinción. 
 

 
 
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