ÍNDICE 

1-Aproximación 
2-Aspectos Económicos 
3-Aspectos Sociales 
4-Conocimiento 
5-El Planeta Común 
6-Consideraciones 
7-Conclusión 
8-Bibliografía

¿QUE PUEDE SER LA GLOBALIZACIÓN? 
 
5. EL PLANETA COMÚN.  

Todos vivimos en el mismo planeta, la Tierra, y los eventos que en ella ocurren nos afectan a todos en mayor o menor medida. En palabras de María Zambrano: "No es el destino, sino simplemente comunidad - la convivencia- lo que sentimos nos envuelve: sabemos que convivimos con todos los que aquí viven y aun con los que vivieron. El planeta entero es nuestra casa"[8,16]. Con la globalización las distancias continuarán acercándose y la tierra continuará haciéndose más pequeña. Por otro lado el actual secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo: "la tierra no es nuestra. Es un tesoro que guardamos para las generaciones futuras, para nuestros hijos y para los hijos de nuestros hijos. Espero que nuestra generación sepa mantener esa confianza". Habrá que luchar para que así sea. 

El medio ambiente es toda esa naturaleza que nos rodea, el medio en que vivimos, que a todos nos afecta y del que depende, en gran medida, nuestra calidad de vida; es un ámbito interdisciplinar. Estamos acostumbradoa a cuidar de nuestras cosas, pero no a cuidar de las cosas comunes. La mayoría de los problemas medioambientales derivan del hecho de que la mayoría de los activos naturales son de propiedad común. Todos nos queremos beneficiar, y por si acaso alguien se va a beneficiar antes o más que nosotros, los explotamos al máximo. La naturaleza nos da bienes de forma gratuita, pero no los podemos utilizar gratuitamente. Tenemos que tener cuidado porque hay que mantenerlos, hay que conservarlos. 

Es importante tener en cuenta que actualmente muchos problemas ecológicos y medioambientales  ignora las fronteras nacionales, que están globalizados. Hoy es habitual hablar de desplazamientos masivos de población en diferentes lugares del planeta (epidemias, guerras, desastres ecológicos, etc.). La contaminación del Rhin afecta a Suiza, Francia, Alemania, Países Bajos y mar del Norte; Chernobyl invade y, luego, desborda el continente europeo; el agujero en la capa de ozono, el efecto invernadero por el exceso de CO2 en la atmósfera o las mareas negras pueden ser ejemplos de esta situación. Más que nunca se hace evidente que todo lo que sucede en el planeta está relacionado y nos afecta de alguna forma. 

Año tras año se pone de manifiesto la relación existente entre el medio ambiente y el ser humano. El hombre tiene cada vez más peso en los ciclos naturales. En la medida en que la población mundial aumenta, esta relación cobra mayor importancia. En 1972 se celebró en Estocolmo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, donde concluyó que los problemas medioambientales  no pueden ser separados de los problemas del desarrollo. La economía tiene mucho que decir sobre el medio ambiente. Hay toda una actividad, que es cuidar el medio ambiente, protegerlo y gestionarlo bien que puede generar actividad económica, empleo y producción. Cuanto más cerca se sienta el medioambiente más cuidado se pondrá en su conservación; cuanto más locales son, son más conscientes del cuidado que deben tener. En 1992 en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro se reconoció que la mayoría de los problemas de contaminación son provocados por los países desarrollados. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas concluyó en 1996 con la frase textual: el balance de las pruebas sugiere una influencia humana discernible en el clima global. 

Con la globalización actual la degradación medioambiental va en aumento. Desde que la vida existe en la tierra unas especies han ido apareciendo y otras se han extinguido. Pero el ritmo al que desaparecen las especies en los últimos años es mucho más acelerado, tanto, que no solo se ve amenazada la biodiversidad, sino también nuestra propia subsistencia. 
El Sur carece de capacidad para actuar y el Norte carece, a menudo, de deseos y fuerzas para la acción. La conciencia ecológica se plantea como un problema global. El pensamiento ecologista: piensa globalmente y actúa localmente, quizá ya no sea sostenible en la actualidad y haya que actuar también globalmente a través de proyectos políticos. No son viables los modelos de desarrollo que hagan un uso intensivo de los recursos y supongan un deterioro del medioambiente. Los modelos de desarrollo viables han de incorporar los activos naturales como parte de la economía. El modelo de desarrollo que proponen los países desarrollados no es aceptable porque es ecológicamente depredador. La Tierra no resistiría la presión ejercida por todos los habitantes del planeta consumiendo y contaminando al mismo ritmo. Según los últimos estudios el coste de restitución de los ecosistemas es mucho mayor que las ganancias a corto plazo que se generan con su destrucción; no es un comportamiento ni racional ni inteligente. En el proceso de globalización actual el beneficio a corto plazo es fundamental, pero ya no puede ser aceptable. Hay cambios positivos, más conciencia medioambiental y más espacios protegidos, pero otros problemas empeoran: la desaparición de especies, el proceso de pérdida de suelo y desertización, la emisión de gases de efecto invernadero. La actual concepción económica basada en el consumo masivo impuesta por la globalización ha significado un serio deterioro del medio ambiente a nivel planetario. La economía liberal, está inmersa en una filosofía consumista de usar y tirar, de máximo beneficio a corto plazo, globalizar este pensamiento implicaría un gran consumo de materia, una degradación del planeta. Además, la ausencia de normas medioambientales, o el masivo incumplimiento de las mismas, no logran frenar el deterioro de los ecosistemas ni la degradación medioambiental. El actual sistema económico internacional carece de instituciones eficaces que conserven la riqueza medioambiental. Se necesita potenciar la energía eólica porque necesitamos eliminar la energía nuclear. También es necesario utilizar y potenciar otras energías limpias como la fotovoltaica, así como acercar el lugar de generación de la energía al lugar de consumo.

En 1998 se celebró la Cumbre de Kioto sobre reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que está provocando el calentamiento de la tierra. El "Protocolo de Kioto" tiene gran importancia. Entró en vigor el 16 de febrero de 2005 después de la ratificación de Rusia. Aunque EEUU, acusado de ser el principal productor de gases, aun no lo ha firmado se tiene el compromiso y apoyo de algunos estados de la unión como Washington DC. El Centro Hadley británico ha considerado que "la actividad humana es la principal causa del aumento de las temperaturas registradas en los últimos 50 años". Se puede considerar que más del 50% del aumento de la temperatura en los últimos años es debido a la actividad humana, como la emisión de gases de efecto invernadero asociadas a la industrialización.  El aumento de 0'5ºC observado en la temperatura global atmosférica a lo largo del siglo XX hay que atribuirlo, en gran medida, a esta actividad. Se considera que el cambio climático podría conducir a la pérdida masiva de especies a finales del siglo XXI,  especialmente de plantas y principalmente en Europa. Según algunos estudios realizados las plantas de montaña europeas se han mostrado muy sensibles al cambio climático. La pérdida de superficies heladas subirá el nivel de las aguas de los mares y océanos provocando inundaciones y transformando la geografía actual. Por todo ello el Protocolo de Kioto debería continuar después del 2012 para beneficio de todos. Hasta que no pongamos freno al consumo energético desmesurado y empecemos a reducirlo será imposible cumplir el protocolo de Kyoto.

El tratamiento de los residuos se ha convertido en un grave problema. Según las estadísticas en el último medio siglo los reactores nucleares del mundo han utilizado más de 200 mil toneladas de combustible, cifra que aumenta cada año. La UE tiene 110 instalaciones nucleares en proceso de desmantelamiento. Estos rediduos se procesan y se almacenan en depósitos preparados para este menester. Hay una tendencia a que sean los países menos desarrollados los que almacenen en su suelo estos residuos. Rusia ha propuesto a la UE almacenar los residuos a cambio de financiación. Las ciudades contribuyen, en gran medida, a los problemas medioambientales. Se calcula que en 1800 sólo el 3% de la población mundial vivía en ciudades, ahora viven en el medio urbano y un 80% de los habitantes de Europa Occidental están urbanizados. Megalópolis como México, Shanghai, Bombay, Yakarta, o Tokio no han dejado de crecer. 
 
La naturaleza cuenta con unos recursos naturales limitados y por ello un sistema económico basado en la explotación, en consumo masivo y la obtención del máximo beneficio monetario es insostenible. El agotamiento y la mala utilización de los recursos naturales está cada día más de actualidad. Los patrones de consumo que tenemos no son sostenibles. Tenemos que cambiar, darnos cuanta de que no hay nada gratis, que lo que tomamos, si no lo reponemos o ayudamos a su reposición se agotará. El principal motivo ha sido la explotación irracional de los recursos naturales. A pesar de los enormes esfuerzos que los gobiernos de algunos países están realizando para crear un "desarrollo sostenible" los atropellos ecológicos siguen aumentando; en Brasil son continuas las denuncias sobre los agresiones ecológicas que se llevan a cabo en la Amazonía, aunque sea el gran pulmón del planeta, reserva mundial de oxígeno y agua potable. La deforestación sin control en busca de maderas preciosas es el un gran peligro de esta región. Los madereros, a pesar de presentar un proyecto verde, una vez aprobado arrasan sin control. Según el último informe de la ONU la escased de agua es el problema más importante, seguido de la contaminación, la subida de las temperaturas y la explosión demográfica. Según la UNESCO, 1.000 millones de personas no tienen acceso al agua potable, 2.000 millones no tienen saneamiento ni alcantarillado y el 50% de la población mundial no puede utilizar el agua para lavarse. Son necesarias medidad de ahorro y eficacia. El crecimiento económico actual es insostenible e incompatible con la conservación del medio ambiente. Hay que gestionar bien el agua, ahorrar y evitar el despilfarro, así como evitar las pérdidas en la red de distribución, que sson altas.

El mercado por sí solo no va a tener en cuenta al medioambiente. Actualmente los conomistas estudian los problemas medioambientales como un fracaso del mercado. Para la globalización actual, la globalización económica, los problemas medioambientales no son importantes, aunque deberían serlo. Los asuntos medioambientales chocan claramente con los intereses económicos de los países desarrollados y de las grandes empresas multinacionales. Hay gran oposición por parte de EEUU para incluir consideraciones sociales o medioambientales en los acuerdos comerciales. Pagar por contaminar es la propuesta de EEUU respecto a las emisiones de CO2; no soluciona el problema ya que los países desarrollados seguirían contaminando porque podrían pagar su tasa, mientras que los países menos desarrollados, que necesitan hacer sus transformaciones y necesitan contaminar para avanzar en su desarrollo, se verían frenados porque estarían gravados por la necesidad de pagar la tasa por contaminación. 

El desarrollo sostenible es aquel desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades. Este tipo de desarrollo permitiría mejorar las condiciones de vida de los seres humanos mediante la explotación racional y respetuosa con el medio ambiente. La primera definición de desarrollo sostenible es de 1987, en el informe "Nuestro futuro común", fruto de los trabajos de la Conferencia Mundial del Medio Ambiente y el Desarrollo de Naciones Unidas, creada por en 1983. En esta comisión se difundió este concepto como la definición siguiente: "Desarrollo sostenible es la habilidad de asegurar las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras para cubrir sus propias necesidades". En 1992, en la Cumbre de la Tierra en Rio de Janeiro de las naciones Unidas, se estableció la Comisión para el Desarrollo Sostenible con el objeto de impulsar este cambio de mentalidad, y que dió como resultado la Agenda 21, en donde se define una estrategia general de desarrollo sostenible para todo el mundo, haciendo especial hicapié en las relaciones Norte-Sur. Las principales características del desarrollo sostenible son: el mantenimiento o mejora del sistema ambiental por parte de la actividad económica, así como la calidad de la vida de todos los ciudadanos; la utilización de los recursos eficientemente, y promoción del reciclaje y la reutilización; el desarrollo e implantación de tecnologías limpias; la restauración de los ecosistemas dañados; la promoción de la autosuficiencia regional; el reconocimiento de la importancia de la naturaleza para el bienestar humano; el planteamiento de la actividad humana sin trastocar los necanismos básicos del funcionamiento de la naturaleza. No tenemos por qué crecer menos, pero quizá sí de otra manera, no tan a corto plazo, sino más a medio plazo. El desarrollo sostenible es uno de los mayores desafíos de la humanidad. 

En los próximos años el aumento de la población y las diferencias entre ricos y pobres continuará profundizándose; unos viven cada vez más y mejor y otros cada vez menos y peor. Pero si tenemos un mundo muy desigual en términos de riqueza, nunca tendremos un buen desarrollo medioambiental. En plena globalización, estos problemas acabarán afectándonos a todos. Cuando se lucha desesperadamente para sobrevivir las preocupaciones sobre el medio ambiente parecen estériles y fuera de lugar. Para los países desarrollados las selvas se están convirtiendo en sumideros de CO2 pero para los habitantes de estas regiones son su casa y su hábitat, y necesitan trabajar y vivir allí. Temen que se les desplace o se les ataque su medio de supervivencia ancestral sin considerar su especificidad y sus derechos. No es conveniente pasar drásticamente de una situación a la contraria, pues, a veces, los términos medios son más justos. Se promete al Tercer Mundo el modelo de desarrollo occidental si aceptan las normas del mercado, pero hay una realidad elemental: los 6.000 millones de habitantes del planeta no podrían vivir como un ciudadano europeo o americano. Occidente puede mantener el ritmo acelerado de consumo y contaminación, el alto nivel de vida, debido a que la mayoría de la población del planeta no puede hacerlo. Esta desigualdad mantiene el precario equilibrio. 

 

 
 
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