Las Comunidades Wireless
Desde hace algo más de cinco años se está realizando en varias ciudades de Norteamérica, Europa y Australia, una serie de proyectos dirigidos a facilitar la conexión gratuita a Internet a través de la tecnología Wireless LAN. Son las llamadas cooperativas o comunidades wireless. Estos proyectos sin ánimo de lucro, que ya se están extendiendo como la pólvora también por América del Sur y Asia, surgen a iniciativa de varios voluntarios que se encargan de administrar una serie de nodos que forman la columna vertebral de la red inalámbrica.
La historia de estos grupos comienza en realidad con el nacimiento de las comunidades virtuales, generalmente de vecinos, que compartían un acceso de banda ancha para sacarle el máximo partido por el mínimo coste. Estas iniciativas, con muchos ejemplos en las grandes ciudades, empezo por 1997 gracias al “cable por aire”. La idea no es sólo ofrecer acceso a Internet a quienes carecen de recursos, sino también poder aportar una red de calidad, alternativa a las tan laureadas 3G, y con posibilidades de mejoras en un futuro próximo. Yo veo en esta nueva alternativa la vuelta a los comienzos de Internet, en donde cada uno aportaba algo nuevo a la red y donde, en teoría, el tráfico no era monitoreado.
Un mega para todos y cada uno Las comunidades wireless se distribuyen a lo largo de toda la ciudad, de forma que cualquier persona que se encuentre en el radio de acción de uno de sus nodos pueda acceder a la red inalámbrica sin mayor problema. A su vez, estos nodos se conectan a Internet mediante algunos de los distintos tipos de accesos de banda ancha disponibles, normalmente por cable o xDSL. El objetivo final es que cualquier persona pueda acceder a Internet desde cualquier punto de su ciudad y a una velocidad práctica de hasta 1 Mbps, cualquiera que sea su situación económica y social, cualquiera que sea su localizacion física. Uno de los mayores problemas con el que nos encontramos en Venzuela es la falta de soluciones de alta velocidad como, por ejemplo xDSL. Aunque CANTV ha hecho grandes avances, debido sobre todo a la distancia excesiva hasta la central digital que provee este tipo de servicios, a veces tarda mucho en llegar a ciertas zonas. Y en el caso de disponer de la tecnología, no todo el mundo puede pagarla.
Aunque la idea procede de Estados Unidos y Australia, fuertemente vinculada a jóvenes pertenecientes a movimientos ciudadanos, estas comunidades han encontrado una gran aceptación en la mayoría de ciudades europeas, y ya son muchos los proyectos que disponen de una pequeña infraestructura que permite el acceso a Internet en una zona parcial de las ciudades.. Aunque la mayoría sólo cuentan con un par de nodos, ya hay muchas que están empezando a plantearse la topología de la red, así como la infraestructura básica que cada uno de los nodos ha de tener, lo que da fe del rápido crecimiento que están experimentando estas redes en los últimos meses.
Libres como Linux
Estas comunidades guardan en mayoria de los casos un fuerte vínculo
entre sus miembros, los cuales aportan recursos al proyecto de forma gratuita,
ya sea en forma de hardware o de ancho de banda, siguiendo una filosofía
muy similar a la que impera en las comunidades de software libre como Linux.
La mayoría, si no la totalidad, de los elementos que se utilizan en
la construcción de la red, ya sean antenas o equipos, suelen disponer
de extensos HOWTO acerca de cómo fabricarlos utilizando componentes
relativamente económicos, por lo que el gasto final es mínimo,
comparado con lo que supondría una solución totalmente comercial.
Aun asi, el principal problema de estas redes sige siendo el gasto en infraestructura, sobre todo inicialmente, ya que implantar una red de este tipo requiere de un gran numero de voluntarios que hoy por hoy no existen mucho en las ciudades (en especial en Caracas). Por ello, muchas de estas comunidades tartan de constituirse como asociaciones sin fines de lucro para lograr algún tipo de subvención, que sería reinvertida en la infraestructura de la red del proyecto. La mayoría de los voluntarios que toman parte en estas iniciativas está vinculada a la comunidad Linux, que tanto ha crecido en los últimos años, y es que aunque estas redes están preparadas para trabajar con cualquier sistema operativo que soporte drivers para tarjetas inalámbricas, BSD y sobre todo Linux se han convertido en las opciones preferidas a la hora de implementar los nodos en la totalidad de las comunidades wireless.
Siguiendo en los pasos de las comunidades Linux, las comunidades wireless
guardan copia de todo el desarrollo realizado para que sirva de base a
otros voluntarios que deseen crear nuevas cooperativas wireless en sus
ciudades.
Como resultado, ya existen auténticas bibliotecas de documentos
HOWTO, que van desde cómo implementer las técnicas de seguridad
por medio de soluciones VPN,
hasta cómo
fabricar una antena de forma que se pueda utilizar para enlazar con un
nodo lejano
a la posición del usuario. Como varios de los fundadores de estas
comunidades afirman, uno de los motivos que más les mueve a trabajar
cada día en este tipo de proyectos es todo lo que queda por desarrollar.
Sólo hay que darse una vuelta por alguno de los muchos sitios web
de estas comunidades para comprobar el volumen de documentación
virtual, que muy detalladamente aborda todo el trabajo realizado y por
realizar.
Cualquier persona que esté interesada en echar una mano puede ponerse
rápidamente al día de toda la información técnica
que necesita saber, así como de la política general de la
comunidad, referida sobre todo a la organización de la red visitando
las paginas de las comunidades existents en tu localidad. Lamentablemente
en Venezuela, o no las hay, o son pocas las iniciativas de este tipo, pero
mi intención es involucrar a las universidades (sobre todo a los
estudiantes de Telecomunicaciones) para impulsar el surgimiento de cooperativas
inalámbricas en nuestro país.
Redes en marcha
El funcionamiento de las comunidades wireless no dista mucho del de una LAN
inalámbrica convencional, tecnología en la que se basa casi
toda la infraestructura. La columna vertebral de la red son una serie de
nodos que pueden o no estar conectados a Internet. Los que sí tienen
conexión, por lo general de banda ancha, forman la troncal o backbone
de la red, en clara alusión a su similar en Internet. Estos nodos
a su vez disponen de un gran numero de nodos de menor tamaño, que
o bien no disponen de conexión a Internet son simples repetidores,
o bien son usuarios finales, que gracias a las tarjetas wireless, se enlazan
con los nodos principales que se encuentren aproximadamente a unos cien
metros de distancia.
Junto con las tarjetas WLAN, el otro componente fundamental de la red son
las antenas. Aunque se emplean también por los usuarios finales de
la comunidad wireless, son uno de los elementos fundamentales de la infraestructura
de la red inalámbrica. Ahora mismo se están realizando modelos
caseros de la mayoría de los tipos de antenas. En principio, los esfuerzos
fundamentales en cuanto a infraestructura se están llevando a cabo
en la definición de la topología de la red, pero ya hay en
desarrollo varios proyectos pensados para unir las distintas comunidades
surgidas. No en vano, una de las metas finales es lograr una red global paralela
a Internet, en la que tanto su monitorización como su comercialización
sean nulas, una vuelta a los orígenes de Internet que entusiasmará a
más
de uno; si es que hay alguien ademas de mi que se entusiasme por estas
cosas.
La creación de esta red wireless global no sólo implica el desarrollo de nuevas antenas, o de nuevas redes sin cables de alto rendimiento, que ya están en desarrollo, sino toda una nueva organización que gestione todos los aspectos de la nueva red. Desde varios proyectos ya se ha comentado la posibilidad de crear una alternativa al ICANN, con su correspondiente red de servidores DNS repartida por todo el mundo. Todo un reto. Ya falta poco para poder disfrutar de Internet con independencia de dónde estemos situados, gracias ya no sólo a los portátiles, que tanto promocionan estas comunidades, sino a todos los dispositivos Wireless LAN que ya están en el mercado o que van a aparecer de forma inmediata.
En conexión
Realmente es muy sencillo conectarse a una de estas redes. El problema reside
en que cada nodo mantiene su propia política de acceso,
condicionada por sus propios recursos, sobre todo los referentes al ancho
de banda y al rendimiento del equipo. Para conectarse a uno de estos nodos
teóricamente sólo es necesario contar con una de las muchas
tarjetas inalámbricas disponibles actualmente en el mercado.
Una vez instalada en el equipo, hay que configurar una serie de parámetros
que dependerán de cada comunidad y del nodo al que se esté accediendo,
aunque ya hay varios proyectos en marcha para lograr un método unificado,
de forma que el equipo lo haga automáticamente; al menos dentro
de una misma comunidad wireless.
En teoría, y seguramente sea así en
un futuro próximo, la antena que lleva incorporada la tarjeta wireless
debería servir para contactar con el nodo mas próximo. Como,
sin embargo, la realidad es que actualmente el número de nodos es
muy reducido y están muy separados unos de otros, en la mayoría
de los casos, sobre todo
en las comunidades wireless aún
no muy implantadas como las venezolanas, se utilizan antenas externas conectadas
a la tarjeta inalámbrica
sin mayor problema, ya que vienen preparadas con un conector para tal fin.
Como
he tratado de mostrar en los otros articulos, existe todo tipo de antenas;
normalmente se suelen utilizar las omnidireccionales para expandir la señal
wireless por una zona
reducida, y las de otros tipos para apuntar directamente hacia
un
punto en concreto. Estas últimas suelen ser las que se emplean para
conectar con nodos alejados, ya que aumentan la distancia de recepción
hasta unos cuatro kilómetros, suficiente para la mayoría
de las ciudades.
En cualquier caso, siempre hay que tener en cuenta el entorno en el que se va a instalar la antena, ya que por el momento depende mucho de que la antenna del nodo esté a la vista. Se han dado casos en comunidades wireless, como la de la ciudad de Nueva York, de tener que realizar verdaderas proezas para comunicar a un usuario con un nodo físicamente cercano. Así, en algunas comunidades ciertas instalaciones inalámbricas cuentan además con pequeños tramos LAN convencionales para sortear determinados obstáculos físicos que, como sucede con los edificios grandes, la señal no puede atravesar. Por ello hay que tratar de poner las antennas que no son omnidirecionales en un sitio lo más despejado posible y con una línea de vista sin interferencia hacia el nodo. Además de la antena, también es recommendable adquirir cable que no tenga perdida de señal, algo que en realidad no suele suponer un gasto muy superior al de un cable de menor calidad, debido a que por lo general los tramos desde la antenna a la computadora son bastante cortos.
Aparte de todo este material, igualmente es necesario disponer de algún sistema operativo que soporte los controladores de la tarjeta wireless que vaya a ser instalada. Por lo general, cualquier sistema BSD, Linux, Unix o Windows sirve para este propósito, aunque dado que el desarrollo de software específicamente pensado para este tipo de redes se está haciendo para entornos Unix, es preferable escoger una de las tres primeras opciones. Yo como usuario de Linux por varios años no puedo dejar de recomendarlo, goza de estabilidad, seguridad y con cada version nueva se hace mas facil de instalar y usar, incluso para usuarios con poco conocimiento de entornos Unix.
En cualquier caso, y haciendole honor a los comienzos de la comunidad Linux, por el momento la mayoría de los responsables de los nodos ofrecen servicio técnico gratuito a las personas que quieren conectarse a la Red. En la mayoría de las páginas de dichos nodos se encuentra toda la información necesaria para ponerse en contacto con voluntarios de la comunidad, e incluso alguno que otro documento o FAQ donde se pueden encontrar respuestas a las preguntas más frecuentes formuladas por los usuarios.
Abiertas a todos
Como redes públicas, las comunidades wireless basan su funcionamiento
en el colectivo, una red construida por y para los usuarios. De esta forma,
toda la filosofía contenida detrás de este servicio gratuito
está pensada para que cualquier persona con ganas de participar no
tenga problema alguno a la hora de unirse tal proyecto. Esto siempre varía
de una comunidad a otra, pero hay una serie de puntos comunes en todas las
comunidades wireless a lo largo del planeta:
confianza en los usuarios, libertad frente a control, donación del
ancho de banda, inversion en recursos y financiación alternativa.
Siempre a la última
Como buenos usuarios de software libre, los administradores de los nodos
de las redes wireless gratuitas utilizan las últimas tecnologías
disponibles. De hecho, en la mayoría de las comunidades ya se está implementando
IPv6. La nueva versión del protocolo IP, además de todas
las ventajas en cuanto a un mayor número de direcciones disponibles
y su mejor gestión, también ofrece la posibilidad de disponer
de una dirección IP móvil, de forma que la transición
de un nodo a otro, lejos de ser un proceso caótico, no presenta
ninguna dificultad para el usuario o para los administradores de los nodos.
También se ha implementado en la totalidad de las comunidades la
asignación de IP mediante DHCP, mucho más sencilla que otros
métodos, y aumenta la presencia de tecnologías de seguridad
como VPN e IPSec; incluso se están desarrollando nuevas versiones
optimizadas de las antenas.
Una de las tendencias actuales en el desarrollo de estas antenas es ofrecer dispositivos lo más baratos posibles: hace poco uno de los responsables de estas comunidades saco a la luz una antena realizada con un envase de Pringles. En cualquier caso, se tiene previsto implementer cualquier nueva tecnología que aporte características añadidas a la comunidad wireless, algo no muy complicado de llevar a cabo teniendo en cuenta que se están utilizando herramientas de software libre. Ya son muchas las redes wireless tanto comerciales como gratuitas hoy en operación y somos muchos los que vemos en ellas la clave del futuro de Internet. Los precios siguen bajando y los usuarios potenciales son cada vez más. Es posible que en poco tiempo podamos andar por la calle y hablar mediante videoconferencia con nuestros amigos o colegas de trabajo con una calidad superior a la que ofrecerán las tecnologías de tercera generacion.
Pensar en la interconexión total, permitiendo transmisión de voz, datos, imágenes, video, etc., sin importar tu ubicación, ya sea que estas en tu casa, oficina o incluso en la calle con una portátil, me resulta emocionante. Hay quienes argumentan que esto implica la perdida de la privacidad, pero yo opino que las ventajas sobrepasan las desventajas. Con esta tecnología se hacen posibles cosas que antes eran dominio solo de la ciencia ficción. Como dicen desde una de las comunidades wireless, “esto es el futuro, disfrútalo”.
Jesús Salazar.