Comunicaciones Inalámbricas

 

Las Redes Inalámbricas: del Pasado al Presente.



La utilización de la radio como técnica de acceso en redes fijas de Telecomunicación no es una novedad, ya que estas aplicaciones vienen utilizándose desde hace bastante tiempo, sí bien en entornos regulatorios y mercados muy diferentes al actual.

Ya a principios de los años 80, se disponía de sistemas de acceso analógicos de microondas Punto a Multipunto (PMP). Estos sistemas respondían a la necesidad de extender los servicios básicos de Telecomunicación a áreas geográficas de difícil cobertura por otros medios, como los de tipo cableado, que requieren una importante inversión en infraestructura y obra civil. No obstante, el despliegue de sistemas de acceso radio fue inicialmente bastante marginal, limitándose a satisfacer parte de los operadores establecidos en régimen de monopolio.

En los años 90, y especialmente en la segunda mitad de la década, una serie de factores han incidido notablemente en la evolución de las redes de acceso por radio (en adelante las denominaremos con el acrónimo inglés WLL: por un lado, la aparición de nuevas tecnologías de radio digital, en gran parte motivadas por la explosión de las comunicaciones móviles; por otro, un gran esfuerzo de estandarización que ha permitido alcanzar las economías de escala suficientes para bajar drásticamente los precios de elementos tecnológicamente muy complejos; finalmente, los movimientos desreguladores y liberalizadores han hecho surgir la competencia en el bucle local, competencia en la que las redes WLL pueden jugar un papel importante.

Fue a finales de 1997 cuando Lucent hizo el anuncio público de la primera tarjeta de red inalámbrica que cumplía totalmente con las especificaciones de la norma 802.11 del IEEE. Desde entonces, gracias a la estandarización, las redes locales inalámbricas (Wireless LAN) han ido captando poco a poco la atención de los usuarios, conociendo por primera vez un periodo de expansión como herramienta de comunicación para las empresas. Últimamente, además, (a nivel mundial) se están convirtiendo en un método de acceso público a Internet y otros recursos en red gracias tanto a las iniciativas de los operadores como de universidades, aeropuertos, hoteles o centros de convenciones. Las hay incluso de carácter gratuito y uso libre, como las que están poniendo en marcha las llamadas comunidades o cooperativas wireless.

Una vez más, la tecnología va por delante de la ley. Gracias al multiuso asignado por la normativa a la frecuencia de 2,4 GHz en que generalmente operan las WLAN (ahora están surgiendo nuevas generaciones en 5 GHz), las cooperativas wireless están creciendo a gran velocidad, planteando serios retos a los ISP convencionales, incluso a los propios operadores de móviles, que podrían ver en peligro sus inversiones.

En lo referente a servicios, también se ha producido una evolución significativa en las capacidades ofrecidas por las redes de acceso radio. En este aspecto podemos distinguir tres generaciones de redes WLL:

- Primera generación: redes orientadas fundamentalmente a proporcionar telefonía en zonas rurales.

- Segunda generación: marcada por la incorporación de servicios de datos (VBD-Voice Band Data) e ISDN (Integrated Services Digital Network). Se consideran adecuadas para el entorno rural y suburbano con una densidad de población entre media y baja. Esta generación se encuentra actualmente en fase de madurez técnica y corresponde a la mayoría de los sistemas en el mercado.

- Tercera generación: adecuada para proporcionar servicios derivados de Internet y comunicaciones de datos en modo paquete. Están orientadas a entornos urbanos tanto residenciales como de negocios. Esta es una generación emergente con un potencial de crecimiento importante a corto y medio plazo.

Hoy día puede decirse que las redes WLL constituyen una tecnología madura y las cifras del mercado (mundial) avalan esta afirmación: más de 5 millones de líneas hasta el año 2000 - más de millón y medio con un crecimiento esperado equivalente en los próximos 3 años. Son muchos los proyectos que se están desarrollando en varias ciudades del mundo, incluso en Venezuela, en algunos casos con el apoyo de suministradores de equipamiento, y universidades y empresas, que les ceden su ancho de banda sobrante. Aunque muchas aún están dando sus primeros pasos (algunas sólo cuentan con unos cinco nodos instalados), en determinadas zonas urbanas, como en Caracas, por ejemplo, ya es posible conectarse a velocidades de banda ancha y sin cables a Internet. Abriendo una alternativa revolucionaria al mundo convencional de las telecomunicaciones, y especialmente del acceso a la Red.

 

 

1