Hans Von Hentig (1948/57): en sus primeras obras
intenta una clasificación en la que se aparta de criterios legales para
proponer cinco categorías de "clases generales" y seis de "tipos
psicológicos". No pretende hacer una clasificación de todas las
víctimas, sino de categorizar a las más frecuentemente o mayormente
victimizables.
Las clases generales:
El joven, que por su debilidad, en el reino animal y en
la especie humana, es el más propenso a sufrir un ataque.
la mujer, cuya debilidad es reconocida, aún por la
ley.
El anciano, que está incapacitado en diferentes
formas.
Los débiles y enfermos mentales, entre los que sitúa
al drogadicto, al alcohólico y a otras víctimas potenciales por problemas
mentales.
Los inmigrantes, las minorías y los tontos (dull
normals), pues tienen una desventaja frente al resto de la población.
Los tipos psicológicos:
El deprimido, en el que está abatido el instinto de
conservación, por lo que se pone constantemente en peligro.
El ambicioso (adquisitive) cuyo deseo de lucro y
avaricia lo hacen fácilmente victimizable.
El lascivo (wanton), aplicado principalmente a
mujeres víctimas de delitos sexuales que han provocado o seducido.
El solitario y el acongojado (heart broken), que
bajan sus defensas en busca de compañía y de consuelo.
El atormentador, que ha martirizado a otros hasta
provocar sus victimización.
El bloqueado, el excluido y el agresivo (fighting)
, que por su imposibilidad de defensa, su marginación, o su provocación
son fáciles víctimas.
Posteriormente, en la parte final de su
obra “el delito”da un tratamiento diferente, y sin intentar propiamente una clasificación,
divide a las víctimas según cuatro criterios: la situación; los impulsos y la
eliminación de inhibiciones; la capacidad de resistencia y la propensión a ser
víctima.
Situaciones de la víctima:
Víctima aislada: se aparta de las normales
relaciones sociales y se torna solitaria, se priva de la natural
protección de la comunidad. Ejemplo: el anciano, el extranjero, el
misántropo, etc.
Víctima por proximidad: distingue entre
proximidad familiar (produce parricidios, incestos y violaciones)
y profesional (producen víctimas de robos y atentados al pudor).
Impulsos y eliminaciones de inhibiciones de la
víctima:
Víctima con ánimo de lucro: es aquella que por
codicia por deseo de enriquecimiento fácil, cae en manos de
estafadores.
Víctima con ansias de vivir: es aquella que ha
privado de las cosas de que la mayoría ha gozado, y trata de recuperar
el tiempo perdido, de vivir lo que no ha vivido. Ejemplo: búsqueda de
aventuras y peligro, pasión por el juego, etc.
Víctimas agresivas: son aquellas que han torturado
a su familia, a sus amigos, su amante o subordinados, los que llegado el
momento, y por un mecanismo de saturación, se convierten de víctimas
en victimarios.
Víctimas sin valor: parece ser un sentimiento
arraigado en algunas personas que determinados individuos inútiles son
víctimas de menor valor. Se ponen como ejemplos a los viejos, los
"pesados", los malos, los pecadores, los "infieles",
etc.
Víctimas con resistencia reducida:
Víctima por estados emocionales: la esperanza, la
compasión, la devoción, el miedo, el odio, etc. son estados
emocionales propicios a la victimización.
Víctima por transiciones normales en el curso de
la vida: en este caso cuenta en primer lugar la corta edad, por
ingenuidad, la confianza y la inexperiencia. La pubertad y la vejez
están en segundo lugar. En las mujeres el embarazo y la menopausia
ocupan un lugar privilegiado.
Víctima perversa: Hentig incluye aquí a los que
él denomina "psicopáticos". Se trata de desviados que son
explotados por su problema.
Víctima bebedora: la existencia del alcoholismo,
es fácilmente comprobable en una buena cantidad de víctimas, el
alcohol está a la cabeza de los factores que crean víctimas.
Víctima depresiva: la preocupación y la
depresión llevan a buscar la autodestrucción, pues el instinto de
conservación "padece achaques" y, por lo tanto el sujeto
padece "accidentes" y se pone en situaciones victimógenas.
Víctima voluntaria: es aquella que permite que se
cometa el ilícito, o que por lo menos no ofrece ninguna resistencia. Se
dan casos principalmente en materia sexual
Víctima propensa:
Víctima indefensa: es aquella que se ve privada de
la ayuda del Estado, porque tiene que evitar la persecución penal. La
víctima tiene que tolerar la lesión, pues la persecución judicial le
causaría más daños que los que se han producido hasta el momento.
Víctima falsa: es la que se autovictimiza para
obtener un beneficio, sea para cobrar un seguro, cubrir un desfalco,
etc.
Víctima inmune: son determinadas personas a las
que hasta el mundo criminal evita victimizar ya que se considera una
especie de "tabú". Ejemplo: los sacerdotes, fiscales,
jueces, policías, periodistas, etc.
Víctima hereditaria: es un tema que apenas ha sido
objeto de atención. Hentig presenta varios casos.
Víctima reincidente: a pesar de que la víctima ya
ha sido victimizada, no toma precauciones para no volver a serlo. Se
trata de sujetos con impulsos defensivos demasiado débiles.
Víctima que se convierte en autor: parte del
postulado que existen donde no existe un claro contraste entre autor y
ofendido. Es algo así como el vencido que se pasa al enemigo pues le
convencen sus mejores métodos de combate.
Crítica de esta tipología: La primera
clasificación no es en realidad una
tipología ya que no contempla un criterio único para encasillar los casos. No
es exhaustiva, característica reconocida por el mismo Von Hentig. Un mismo caso
puede caer en diversos tipos, así cualquiera de ellos puede ser reincidente. La
segunda clasificación, tiene la virtud de tener en cuenta una serie de factores
biológicos, psicológicos y sociales, que le dan una gran riqueza. Sin embargo,
al igual que la primera clasificación, un mismo caso puede caer en diversos
tipos.