EL PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
Y SU PAPEL EN LA ALFABETIZACIÓN CIENTÍFICA DEL EDUCANDO
Villarruel-Fuentes Manuel1, Corro-Flores Tomasa2
1Profesor-Investigador. ITA No. 18, Ursulo Galván, Ver. México.
e-mail:mvillarruel@correoweb.com
2Profesor-Investigador. ITA 18, Ursulo Galván, Ver.
Palabras clave: currículum formal, alfabetismo científico
INTRODUCCIÓN. Actualmente existen en México alrededor
de 9.5 % de analfabetas, entendiéndose como aquellas personas
que no saben leer ni escribir. De la misma forma se estima que un
57% de la población son analfabetas funcionales, es decir,
personas que habiendo cursado desde el nivel básico hasta
el superior no son capaces de entender un texto ni redactar un escrito.
Por otra parte, mientras que en Estados Unidos de Norteamérica
se atiende al 70% de los jóvenes que demandan educación
superior, en México sólo se atiende al 19%. Bajo estas
circunstancias resulta fácil entender por que México
aporta tan sólo el .5% del conocimiento científico,
medido a través de las publicaciones en revistas de nivel,
mientras que el vecino país del norte contribuye con el 38%
(1). Esta situación plantea la necesidad de fortalecer las
propuestas curriculares, brindándole una mayor atención
a aquellas asignaturas o materias con orientación hacia la
formación científica. Si bien el concepto de analfabetismo
científico es reciente, a la fecha se emplea para designar
a aquella persona que posee los conocimientos mínimos y las
habilidades necesarias dentro de un campo de acción y que
lo caracteriza como alfabeta en un dominio dado (2). En este sentido
existen tres tipos de alfabetas científicos: 1) culturales;
2) funcionales; y 3) verdaderos (3). El objetivo del estudio se
centró al estudio de alumnos del nivel superior y diagnosticar
en torno al nivel de dominio de un vocabulario básico de
términos y conceptos científicos, así como
una comprensión del proceso de investigación. bajo
la hipótesis de que la materia de Metodología de la
Investigación impartida a alumnos de agronomía y administración
de empresas brinda la formación básica para entender
y aplicar las ciencias agropecuarias.
MATERIALES Y METODOS. La evaluación tuvo lugar en el ITA
18, de Villa Ursulo Galván, Ver. La población de estudio
consistió en cinco grupos de II semestre, tres de la carrera
de Ingeniero Agrónomo y dos de Administración de Empresas.
El diseño consistió en la aplicación de dos
instrumentos previamente elaborados, conteniendo ocho reactivos
de opción múltiple, y una pregunta desagregada en
seis incisos. Las escalas de medición empleadas fueron nominales
y ordinales. Las variables medidas fueron: 1) Vocabulario Básico
Científico
(VBC) que incluyó los indicadores dominio de conceptos y
términos (hipótesis, teoría, problema científico,
inferencia, variable, concepto-constructo, cuantitativo-cualitativo),
así como razonamiento mecánico (pasos del método
científico experimental); y 2) Comprensión del Proceso
de Investigación (CPI), medido a través de la correcta
elaboración de un protocolo de investigación científica.
El estudio se catalogó como pretest-postest, de carácter
descriptivo-exploratorio, sustentado en el paradigma empírico-analítico,
de enfoque cuantitativo. Cabe destacar que el presente trabajo sigue
una línea de estudio longitudinal, encontrándose en
el segundo año de evaluación (2° fase). Los resultados
fueron analizados bajo una estadística descriptiva, empleando
medidas de tendencia central y dispersión.
RESULTADOS Y DISCUSION. La Figura 1 muestra los resultados promedio
globales para los indicadores de la variable VBC, observándose
que a pesar de haberse logrado una mejora sustancial en el manejo
del lenguaje científico, en general ninguno de los grupos
mostró un dominio total del mismo, lo que pone en evidencia
la necesidad de revalorar las estrategias didácticas y de
abordaje metodológico empleadas por los docentes, considerando
para ello los problemas psicolingüisticos, de aprendizaje y
saberes científicos previos de los alumnos. Los resultados
obtenidos muestran las ventajas de recurrir a la estrategia de elaborar
un protocolo de investigación científica como proyecto
semestral, el cual fue realizado por el 63% de los alumnos. Con
lo que respecta al razonamiento mecánico, la evidencia demostró
que los alumnos mejoraron en un 31.5% con respecto a los resultados
mostrados al inicio de los cursos. Por otra parte, al comparar los
resultados por carrera se pudo constatar que el 77 y 49% de los
alumnos de administración y agronomía respectivamente
presentaron sus protocolos científicos; sin embargo, esto
no determinó un mayor dominio de VBC por parte de los primeros
(39.23 y 45.0% para pretest-postest) con respecto a los segundos
(33.0 y 39.70% pretest-postest).
CONCLUSIONES.
Los alumnos mejoraron en su vocabulario básico científico,
lo cual es atribuible a la realización y entrega de un protocolo
de investigación como estrategia pedagógica. A pesar
de esto, no se cumplió con los requerimientos de dominio
necesarios para un estudiante de nivel superior. En lo que respecta
al razonamiento mecánico, los alumnos lograron avances importantes,
ya que demostraron conocer y aplicar los pasos del método
científico experimental.
LITERATURA CITADA.
1. La Jornada, Febrero 14 del 2001. México.
2. Cabral, P.I. 2001. Alfabetismo científico y educación.
Revista Iberoamericana de Educación. Organización
de Estados Iberoamericanos (OEI).
3. Shamos, M.A. 1995. The Mit. Of Cientific Literacy. Rutgers University
Press, New Bruswick.
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